El Boomerang [Priv. Moon Sun Hee]

por **Oh Se Hun** Sáb Ene 07, 2023 5:40 pm

«Todos los niños desaparecen, misteriosamente . Cuando menos lo espera uno, un día, los niños se han ido, y no vuelven más» El poder de los cuentos ni se crea, ni se destruye y así se transforma. Era una composición sencilla en ese día cuando eran cerca de las 3 Am. De vez en cuando ocurría, se trasnochaba un poco para estudiar o escribir uno que otro articulo de literatura. Sus escritos eran valorados, incluso uno que otro era ofrecido en páginas web con la solicitud de una suscripción. Claramente sus dedos desparramaban talento, y habían noches en las que se sentía más talentoso que otras.

«¿Por qué viniste a los Estados Unidos? Ésa es la primera pregunta del cuestionario de admisión para los niños indocumentados que cruzan solos la frontera. Este libro es un testimonio brutal, íntimo, escrito con una prosa franca, brillante y lúcida, que observa la realidad de los niños migrantes desde una distancia situada entre el deseo de remediar el desamparo existencial en el que se encuentran sumidos y la impotencia que desata la incapacidad para hacerlo.» Frotó un poco sus sienes mientras fruncía el entrecejo. Ya estaba cansando, y apenas llevaba un poco de aquella critica.

Tecleó un poco más «¿Cómo se explica que nunca es la inspiración lo que empuja a nadie a contar una historia, sino, más bien, una combinación de rabia y claridad?» El timbre de su departamento sonó, dejándolo perplejo al notar que el reloj marcaba las 2:57 Am. Giró su cuerpo hacía la puerta de inmediato, pero se mantuvo sentado en su silla, entonces el "Ding Dong" volvió, rompiéndose en el silencio de la madrugada. No tuvo más remedio que ponerse de pie, suspirando con molestia. ¿Era algún borracho que se había equivocado de puerta? La relación casi metafórica entre «Los niños perdidos» de Luiselli y la persona en su puerta era una coincidencia agridulce.

–¡Son las 3 Am! – Abrió la puerta con esa actitud altanera que tenía la mayor parte del tiempo, pero su mirada cambió a sorpresa al ver a Moon Sun Hee. ¿Qué clase de broma era esta? Simplemente se volteó dejando la puerta abierta para que entrara, mientras iba a prender el hervidor de agua. El silencio no decía nada, pero podía entender un poco del contexto por la apariencia de la mujer. Su rostro tenía restos de pintura facial, su cuerpo se encontraba encogido, y bajo sus ojos colgaban dos bolsas de color rojo. Estaba llorando.

Era lógico que su trabajo quedara en pausa unos momentos. Caminó hacia el escritorio para guardar el documento, y ordenó sin mucha sutileza los libros de estaban dispersos por los al rededores. – Tienes una suerte de que no tenga vida social como tú – Caminó hacía el hervidor para servir algo de agua en una taza. Un té Chai con un numero disparejo de endulzante. Aun recordaba sus gustos, era realmente patético.

por **Moon Sun hee** Vie Mar 03, 2023 3:09 am

No tenía claridad de como sus pasos la llevaron justamente a la puerta de Sehun. Más importante aún, estar parada frente a esa puerta la delataba completamente. Claro que había hurgado en los registros de profesores para saber la dirección de ese hombre. ¿Por qué? Quizás la respuesta era la simple necesidad de tener algo de control sobre él. El control que no tenía sobre si misma.

Le sorprendió que la puerta se abriera, pese a que era recalcando la hora de la madrugada. –P-perdón – Murmuró casi de ultratumba, entendiendo de inmediato que el silencio la estaba invitando a pasar. Ingresó con timidez, mientras el profesor de literatura caminaba con orgullo por su departamento, y obviamente que en el lapso en el que él coreano se dedicaba a hervir agua y ordenar, la idea de salir corriendo por la puerta recorría como fuego desde su estomago hacía su garganta, pero también estaba segura que había algo de ansiedad en esas sensaciones tortuosas, aun cruzaba por su cabeza la idea de como poder ver a Eun-Ha a la cara luego de esto. –P-puedo... –Empuñó sus manos con nerviosismo, la hipotética respuesta negativa hervía sus entrañas. –¿Puedo quedarme unos días contigo? –Se apresuró rápidamente – ¡Solo serán unos días! ¡No molestaré! ¡Lo prometo! – Se acercó impulsivamente hacía el mesón, oliendo la mezcla inconfundible del Té Chia. –Y-yo no puedo volver a mi departamento por ahora –

Hizo una pausa dramatica, y luego desplazó todo su cuerpo hacía adelante apoyando su cabeza sobre sus brazos para ocultarla. –Por favor, no sé a quien más acudir, seré cuidadosa si traes a una novia, no molestaré, seré como un gato –

por **Oh Se Hun** Miér Mar 22, 2023 1:52 pm

Arqueó ambas cejas sorprendido por la lastimera acción de su ex esposa. Colocó la taza sobre el mesón acercándola a ella con suavidad, utilizando la yema de sus dedos para arrastrarla, mientras se marcaba una perpetua intriga en sus facciones. ¿Qué había pasado? –Toma algo, y vete a dormir, debo terminar un trabajo – Fue todo lo que salió de sus labios, pese a que tenía muchas preguntas por hacer.

Apoyó su cuerpo en el mesón, cruzándose de brazos para examinar atentamente a aquella mujer. Los comentarios de Sun Hee le parecían proyecciones burdas. Desde que habían terminado había tenido muy pocas parejas y en la actualidad se dedicaba más que nada a su carrera profesional. No había tales "novias", pero estaba seguro que no era así con la profesora de literatura. –¿Cuánto tiempo planeas quedarte? ¿Solo hasta que las cosas con tu hermana pequeña se solucionen? – Giró la mirada hacía un costado, suspirando. –¿Quieres fumar? –Agregó, caminando hacía el escritorio. Abrió el primer cajón para sacar una caja de cigarros y un encendedor. Llevó el cigarro a su boca y se volteó para invitar a la mujer, pero notó la encorvada posición que esta tenía.

Su cuerpo se movió con calma hacía donde estaba ella y atrajo con su brazo, la cabeza ajena hacia su pecho para abrazarle. Su propio mentón se apoyó sobre esta, manteniendo un silencio cómplice un momento. No tenía idea de lo que estaba pasando, pero no podía ser indiferente hacía Sun Hee. Si Eun-Ha le había hecho daño, buscaría todas las formas para hacerle la vida imposible.

por **Moon Sun hee** Vie Mar 24, 2023 3:24 am

¿Era desinterés o simplemente respeto por su vida privada? Su corazón se apretó buscando una ápice de curiosidad en aquel hombre tan estoico, pero se vio chocando contra una pared ya conocida. ¿Había perdido el control de ella misma porque seguía clavada con él? ¿Buscaba desesperadamente la atención de este hombre que solo le servía té y la mandaba a dormir? –Si, gracias...– Respondió mirando la taza, porque era demasiado difícil mirarlo a él. Se llenó de inseguridades producto de sus propias palabras. ¿Porqué Sehun no había negado la existencia de alguna novia? ¿Realmente existía una? bebió el té para calmarse pero pese a que estaba correctamente endulzado, sabía mal.

Abrió los ojos con sorpresa cuando el coreano tocó el tema de Eun-ha, y nuevamente se le hizo un agujero en el pecho. Presionó entre sus manos la taza de té, pero su cuerpo acabó cediendo, volviendo a apoyar su cabeza en el mesón mientras la sugerencia de fumar se desvanecía en el aire como humo de cigarrillo. ¿Cómo podría hablar con su hermana? ¿Cómo le decía que ella se había besado con su novio? Era una desgracia para sus padres. Quizás todo lo que decía Sehun de ella era cierto. Ella había perdido el curso sin él. Era una completa idiota.

De pronto su cuerpo fue levantado e inmediatamente abrazado. Se quedó sorprendida, el olor al perfume caro y pretencioso de aquel hombre invadía sus fosas nasales. Rodeó su espalda temerosa y se acomodó en su pecho como pudo. No era el aroma, ni el cuerpo de un estudiante universitario inexperto como Evan o Vladimir. Era la sensación de un hombre adulto, el olor a perfume y cigarros de un hombre adulto. Y era personalmente una sensación familiar.

No se dio cuenta en que momento se echó a llorar arrugando entre sus dedos la camisa del coreano. –El té está amargo – Se quejó, llorando abiertamente.

por **Oh Se Hun** Dom Mar 17, 2024 7:48 pm

Los delgados y delicados dedos de su ex esposa arrugaban con desesperación su camisa perfectamente planchada, Podía sentir el calor de una respiración agitada que humedecía su pecho acompañado de lagrimas que brotaban sin parar. Desde el momento que ella se había parado delante de su puerta supo que algo no andaba bien. ¿Qué animal herido va a buscar consuelo con uno de sus agresores? Había algo más sucediendo y ni por asomo Sun Hee tenía pensado decírselo.

Como si de un chiste se tratara, la mujer trató de culpar al sabor del té, cuando él recordaba cada detalle de lo que le gustaba y no le gustaba. –Eres demasiado exigente para ser una invitada no deseada – Acarició con su mano el cabello rojizo y ondulado de la mujer, con cuidado para no enredarse entre ellos como varias veces ocurrió cuando era más joven. –Debiste endulzarlo tu misma –Insistió, aunque la curiosidad le comía, sabía que no era el indicado para oír eso, y además la idea de pensar que esto se trataba de otro hombre le iba a poner de mal humor.

El y Sun Hee no eran compatibles, eso lo sabía, ambos estallaban pasionalmente y acababan destruyéndose, entonces ¿Por qué tampoco quería verla con nadie más?. Separó el cuerpo de ella de si mismo para observar su rostro, cuando ella lloraba las bolsas debajo de su rostro se ponían rosadas, al igual que sus mejillas.–Levántate–Tomó a la mujer desde los codos para impulsarla y luego la guio hacia su habitación, tomando su laptop en el camino.

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