¡Perfecto! ¡Otra mudanza! [Priv. Colectivo]

Entre más miraba la casa menos gay le parecía ¿Realmente lograría pasar colado como homosexual nuevamente? Antes, con la chica anterior no había pasado, pero Eun-Ha era distinto, ella realmente le parecía una persona muy linda.

Se agachó sosteniendo su cabeza mientras un notorio color rojo subía por sus mejillas a pesar de que era alguien bastante moreno. ¡¿Cómo podía disimular algo así?! ¿Siempre tendría que actuar como gay frente a Eun-ha? Eso realmente lo condenaba a vivir su vida como su mejor AMIGA y no quería sin duda pasar por algo así. 

Suspiró al calmarse, se levantó del suelo y cambió sus ropas a unas más cómodas para ayudar a la chica coreana, pero aun se sentía nervioso de verla, despues de todo, pronto estarían viviendo juntos y esa idea hacía que su corazón se alboratara aunque estaba seguro que solo le gustaba físicamente. ¿Cómo podía caer por alguien que apenas estaba conociendo? Sintió el timbre y supo que había llegado el momento.

Al abrir afuera se encontraba unos sujetos, con algunas cajas, la mayoría parecía de ser libros en general. ¿Eun-ha era una aserrima lectora? Eso era interesante.  A lo lejos tambien pudo ver a la chica, por lo que intentó saludarla con la mano pero ella parecía estar buscando una respuesta en su telefono celular así que no lo notó. Cubrió brevemente su rostro, esto era vergonzoso, no sabía que gustar de alguien fuera así de complicado. 

De repente observó un pequeño, diminuto esbozo de saludo siendo arruinado por un chico de apariencia delicada. Realmente si hacía una comparación rápida entre él y el chico aquel, sin duda el menos homosexual era él mismo, pero había sido capaz de vivir esta farsa durante bastante tiempo, no podía ser tan difícil ¿verdad? ¿VERDAD?

Se inclinó para cargar una caja sobre la otra y levantar ambas. Estar en la correccional había logrado que tuviera buena condición física, y claramente había continuado cultivando esto en caso de que tuviera que pelearse con alguien en la calle, aunque ya no estaba involucrado en pandillas.  De todas formas cargó la caja hacía el interior del departamento, y cuando se volteo para tomar otra, fue atrapado en un abrazo que hizo que toda su espina dorsal se erizara, terminando con un beso en su mejilla que prácticamente lo mantuvo en estado catatónico hasta la presentación del otro sujeto que estaba allí, que al parecer miraba de forma suspicaz.

-H-hola…- Fue lo único que logró decir, y luego sacudió su cabeza - Hice unos cupcakes de bienvenida por si quieren comer- “Me esforcé mucho para que se vean muy gay” pensó mientras extendía su mano hacía la cocina que tenía los cupcakes en charolas. -¿Trajiste otro amigo gay? No es mi tipo - Sentenció por si acaso, ya le había ocurrido que gracias a su mentira terminaba envuelto en situaciones complicadas.

Se acercó a ellos mientras miraba al suelo como si la hubieran regañado aunque no fuera el caso, pero estaba apenada por perderse en su amor por los dulces. —Me gustó tanto ese cupcake que no salí a ayudarlos, lo siento.— Se disculpó en voz tenue y luego miró a sus amigos. —Terminando ésta mudanza prometo redimirme y cocinarles algo rico en compensación.— Les dedicó una pequeña sonrisa y luego miró a Brandon antes de levantar un par de cajas. —¿Donde puedo instalarme roomie?— Esperaba no estar siendo muy imprudente con el moreno, aunque no podía evitarlo, estaba emocionada por ésta nueva experiencia de vivir lejos de Corea.