Cómo un malgastado separador de páginas [Priv]

por **Oh Se Hun** Mar Mayo 17, 2022 11:22 pm

El libro «The Misery» reposaba intranquilo en el asiento trasero, sus páginas yacían en una lectura incompleta, porque quien había interrumpido al lector se encontraba en el asiento del copiloto de ese auto Mercedes de color negro.

La radio transmitía el inconfundible sonido de Bob Dylan y el silencio sepulcral era perfecto para los rasgueos de guitarra de la canción. ¿Qué más podría decir en una situación como esta?

Dirigió sutilmente la mirada hacia su ex esposa, y noto que los botones de su blusa estaban arrancados, pero los ojos hinchados de ella era suficiente respuesta para su pregunta de que había sucedido. A veces solo la escena te respondía de forma callada y delicada, pero no muchos estaban ansiosos de oír.

Tampoco es que supiera a dónde conducir, y la mujer que estaba a su lado parecía entregada a sus decisiones. Suspiró volteando hacia la izquierda para subir una pendiente baja, un pequeño cerró con un infravalorado mirador. La ciudad resplandecía a la vista de todos. Era hermoso.

Salió del auto, y caminó hacia las máquinas ubicadas para comprar dos cafés. Uno sin azúcar, otro con la azúcar que le faltaba al primero. Se hun se dió cuenta de la tremenda diferencia cuando la moneda que introdujo le pedía seleccionar la bebida. ¿Cómo es que su alma se había encontrado con la de Sun Hee y había dicho "Si, es perfecta"? Ambos no podían ser más diferentes salvó por una única pasión. La escritura.

Caminó hacia el auto, y volvió a sentarse en su asiento ofreciéndole el café. —The Misery de Stephen King —Hizo una pausa pero evitó mirarla. —Lo compré... —Guardo el silencio bebiendo el café que sostenía con precaución de quemarse. —Lo estaba leyendo cuando apareciste —

por **Moon Sun hee** Jue Mayo 19, 2022 3:47 am

Se preguntaba a ese punto porque siempre acababa allí. No entendía el porqué, por más que quisiera escapar de él algo, una fuerza, terminaba reencontrándolos. Primero en Alemania, luego en los salones de profesores, ahora mismo en una calle vacía cuando la noche estaba más fría que las anteriores. ¿Por qué Sehun siempre tenía que verla en el estado más deplorable? Apoyó su cabeza sobre la ventana y procuró mantener el silencio, como si sus labios estuvieran sellados para siempre. Solo para él.

Con sus manos intentó cerrar su camisa abierta a la fuerza. La sensación de aquella lengua aun corría por su garganta. ¿Por qué estuvo tan asustada de hacer algo? ¿Por qué se paralizó? Ella siempre había sabido defenderse, siempre había evitado algo así. ¿Por qué ahora todo se había volteado de esta manera? —Ja... —Se rió de si misma y de las circunstancias mientras el auto se detenía. Notó con la mirada que su ex salía del auto, y por primera vez en todo el viaje levantó la cabeza. Bob Dylan sonaba. Siempre era Bob Dylan. Una sonrisa se dibujó en sus labios. Habían cosas que no cambiaban jamás.

—Here comes the story of the Hurricane, the man the authorities came to blame, for somethin' that he never done, put in a prison cell, but one time he coulda been....The champion of the world —Cantó en voz bajita la letra de Hurricane, mientras sacudía con la cabeza el ritmo de la guitarra. Era una mezcla de nostalgia con una bonita vista hacía la ciudad.

Vio como Sehun volvía al auto, y aceptó el café en sus manos frías, lo necesitaba, era realmente un alivio, aprovechó de soplar un poco el humo de la bebida caliente. —¿Huh?— Miró a su ex pareja cuando el silencio fue cortado con una frase que no tenía sentido para otros. —The Misery ...Haha —Bebió de su café intentando disimular las sensaciones extrañas que eso le ocasionaba. —¿Estás nostálgico, Profesor Oh? —Subió sus pies sobre el asiento como siempre lo hacía cuando estaba con él. Quizás ella era la nostálgica. —¿Te gusta lo que lees hasta ahora? —Preguntó. Todo era extraño, tenso, ridículamente triste, quería un abrazo de él como siempre, pero al mismo tiempo sabía que era incorrecto seguir anhelando algo así. ¿Cuánto tiempo iba seguir enamorada de este hombre?

—Bob Dylan, The misery, un hermoso mirador...—Miró el vaso en sus manos. —Un rico café....—Volvió la mirada hacía él mientras su estomago se revolvía, pero no había nada que decir. Nada salvo una sola cosa. —¿No me vas a preguntar que me pasó? —

por **Oh Se Hun** Jue Mayo 19, 2022 3:21 pm

Probablemente ambos estaban incómodos. Probablemente la familiaridad se había esfumado y aúnque ambos sabían cada pequeño detalle de cada uno, cada mísera acción, capricho, reacción del otro, estaban sentados allí como extraños. Lo sabía por el silencio, porque la voz del viejo cantante de rock llenaba el espacio más que cualquier otro sonido existente.

El silencio se quebró, miró de reojo cuando la profesora comentaba con sarcasmo. Cerró los ojos de inmediato, frunció el entrecejo quizás más avergonzado que molesto. No era nostalgia seguramente, quizás era costumbre. Comprar el libro fue estupidez. Era un hecho. –Solo he leído 3 páginas, tu presencia me interrumpió, como siempre –Marcó su respuesta con apatía y como siempre notó que eso movía cosas en ella. Le molestaba.

Bebió de su café, mirando hacia otro lado, y nuevamente hubo un silencio incómodo cortado por la iniciativa de Sun Hee. Decidió esta vez no mirarla, pero si escuchó con atención su apreciación del escenario. Bob Dylan, por supuesto, The misery, necesario, un hermoso mirador, era para ella. Un rico café, estaba helado y la pregunta final.

Miró de inmediato a su ex. –¿Es necesario? –Entendio de inmediato lo rudo que sonó eso. –Digo, ¿Realmente debo ser yo el que escuche tus aventuras? –Se inclinó un poco para presionar el encendedor del auto. –¿Disfrutas siendo criticada por mi? –Sacó un cigarro y lo encendió. Le ofreció uno a ella, porque como antes se mencionó, pese a sentirse como desconocidos, lo cierto es que cada detalle de ella era conocido por él.

por **Moon Sun hee** Dom Mayo 22, 2022 6:40 pm

Por supuesto que se ofendió con su reacción. ¡Claro que ella era un desastre! Pero mientras estuvo con el jamás lo había sido, ella intentó con fuerzas convertirse en la esposa perfecta que toda corea pedía, el problema es que no estaba segura de si Sehun lo quería así.

Cubrió más su cuerpo con la chaqueta de aquel estudiante, cerrando por completo su boca y sintiéndose más triste que hace unos minutos atrás. Sehun por supuesto le movía cosas en su interior, las movía, las sacaba y destruía. Si fueran mariposas ya estarían todas sin alas, dejándolas como horribles insectos alargados que se arrastraban con sus patas por su cuerpo. Algunos detalles de él volvía a darles alas, y así se repetía en un ciclo que estaba cansada de revivir.

—Tu ... —Miro al hombre de su lado, aceptando el cigarro pero sin encenderlo aún. —¿Sehun, tu aún me quieres? —No supo porque preguntaba eso, no sabía porque estaba allí sentada, sintiéndose patética, pensando en que quizás aquel hombre aún tenía sentimientos por ella. Acomodó el cabello nerviosa —No, no me respondas —No se sentía valiente lo suficiente. Estaba siendo una masoquista. Siempre lo era con él.—Alguien intento aprovecharse de mi y no fui capaz de hacer nada —

Abrazó sus piernas en ese auto, ocultando su cabeza en las rodillas sin soltar el café. —¿Qué estoy haciendo con mi vida?todo se fue por el caño desde que te fuiste. —Levantó un poco la vista para beber del café. —Al menos este si sabe bien —

por **Oh Se Hun** Dom Mayo 22, 2022 8:13 pm

La pregunta se coló sutilmente por su oreja. Parecía una escena tragicomica mientras los «Lalala» animados de la radio sonaban. Y entre la sorpresa abrumadora, él mismo, se encontraba pensando detenidamente en la respuesta. ¿Aun la quería?

Con incredulidad volvió a observarla, pero está vez notó todos los detalles que le gustaban de ella. Sus pestañas largas, sus labios rosados, su cabello que caía por sus hombros. –¿Qué clase de pregunta es esa Moon Sun Hee? – y aúnque la relación era incongruente, la respuesta que le siguió luego de la petición de desistir de la pregunta anterior provocó que quedará más helado que antes. Sus cejas se acomodaron en evidente molestia mientras el cigarro que sostenían sus labios colgaba poco discreto de éstos. ¿Quién? ¿Quién se había atrevido a hacer algo semejante?

Apenas estaba procesando lo anterior cuando Sun Hee sumó más palabras a su relato. Observó a la mujer dejando su propio café en el tablero del auto. Acomodó el cigarro en sus labios para darle una calada y con la mano que quedó libre tomó la mejilla de su ex. Ladeó un poco la cabeza para expulsar el humo, y apagó con sutileza el resto de la colilla.

Entendía el camino que estaba tomando, pero se sentía abrumado por la información, las emociones, el ambiente. Cerro sus ojos y besó los labios de Sun Hee una vez más, quiso hacerlo lento y de forma cuidadosa. Quiso atraparlos de manera delicada, mientras acomodaba más su cuerpo en su auto y escuchaba esa vieja música del pasado.

Abrió los ojos lentamente viéndola. Se ubicó después para encender el auto. Tomando el vaso del tablero y acomodando este sobre el posa vaso del vehículo. –Te iré a dejar a tu casa, pero necesito que luego hablemos al respecto ¿Ok? –Volvió la vista hacia ella una última vez y luego volvió a enfocarse en la conducción.

por **Moon Sun hee** Lun Mayo 23, 2022 2:02 pm

Ahí iba de nuevo, esperando más reacciones de él, buscando con desesperación en la oscuridad algún apice de romanticismo en Sehun, cualquier indicio verbal de que aún ese hombre la amaba y ella era capaz de dejar todo por él. Pero todo era respondido con sarcasmo. ¿Que era Sun Hee para Sehun? Después de la fiesta de los 80 ¿Que pensaba él de ella? ¿Seguían intentándolo o todo había acabado? Quizás esa noche, en los brazos de Aiden Taylor todo era más claro para ella. Ahora todo estaba navegando en una nube de polvo, y para colmo ella estaba ciega.

Le tomó por sorpresa solo el simple gesto de sentir la mano de él sobre la mejilla. Cerró los ojos disfrutando de ese tacto, y de el perfume que lograba sentir más de cerca. Incluso ladeó la cabeza hacia ese mismo costado para apoyarse en la mano ajena y fue que recibió un beso.

Bajó una de sus piernas del asiento y la otra quedó doblada en este. Una de sus manos soltó el café y se aferró con fuerza de la tela de la camisa de aquel profesor. Corresponderle fue algo automático, ni siquiera lo pensó demasiado, no quiso analizar el porqué, solo quería, nuevamente sentirse querida por el hombre que tanto amaba, fue una lastima sentir que el beso acababa con una frase tan fría como "Te iré a dejar a tu casa" —Si... —Respondió en voz baja, acomodándose el cinturón de seguridad y bebiendo lo poquito que le quedaba de ese café azucarado.

Sun Hee se conocía muy bien, y aunque ahora estaba anhelando con fuerza estar más y más tiempo con Sehun, estaba segura que mañana sería otra historia. Su mirada se pegó en los rasgos masculinos de él y sin querer, su cabeza quiso torturarla al observar la carencia de aquel anillo en su mano. Todas las personas podían saber que el estaba disponible.

—Yo aún te quiero, Sehun —Rompió el silencio de forma brutal, volteando nuevamente la cabeza hacia la ventanilla para apoyarla allí. Esto se sentía horrible, quería beber y dormirse cuánto antes.

por **Oh Se Hun** Miér Jun 08, 2022 4:52 pm

Quizás estaba analizando todo demasiado, quizás se estaba dejando llevar por el momento ignorando todas las banderas rojas que se asomaban cerca de la desastrosa Moon Sun Hee, pero entre las letras románticas de Bob Dylan y el frío. El ambiente había sido perfecto para aquel beso ligero. Él sabía que si querían, un beso ligero rápidamente pasaba a algo más, pero ambos estaban poniendo barreras ante el otro. ¿Que era lo que los mantenía alejados pero al mismo tiempo tan juntos? ¿Por qué no podía dar vuelta está página? Ambos continuaban extendiendo la lectura de este capítulo de sus vidas por más y más tiempo aferrados a ese separador de libros que aseguraba que no se perdiera la endemoniada página.

No pudo entender que sintió cuando escuchó ese te quiero. Claro que lo sabía, pero oírlo de aquella orgullosa mujer era diferente. Giró la mirada hacia ella pero solo encontró la parte trasera de su cabeza, los cabellos rizados cubriendo la expresión de su rostro. No podía entender las emociones si ella se negaba a plantarle cara de frente. Y para colmo, su propio orgullo no se permitiría entender sus propias emociones si no tenía claridad de las de ellas.

Se detuvo frente al departamento, pero de aquella afirmación no hubo respuesta. Abrió la puerta del auto y luego caminó hacia el otro lado esperándola salir. Estaba dispuesto en dejarla ir sin más para hablar en otra ocasión pero las palabras giraban en su cabeza como una tómbola siniestra. ¿Cómo era que él, siendo un hábil escritor no pudiera poner palabras a sus sentimientos? ¿Cómo no era posible adornar sus emociones con expresiones rinbombantes que aliviarán el corazón ajeno? ¿Cómo era que no pudiera tener el control de un simple capitulo en su vida? Antes de darse cuenta había detenido el brazo de su ex esposa.

La atrajo inmediatamente hacia él, y de forma metódica y elaborada la acomodó sobre la puerta del auto rodeando su cintura y volviendo a besar sus labios. Apoyó una mano sobre el Vehículo mientras el beso se volvía más profundo. Saboreó el dulce del lápiz labial ajeno, aunque él no disfrutará lo dulce, ese era uno de sus sabores favoritos. Y pudo sentir como poco a poco el frío que existía en el ambiente se contrarrestaba con el cálido abrazo que tenía con Moon Sun Hee.

Lo único que impidió que eso avanzará a más fue el sonido del celular de la mayor. Lo que provocó que se detuviera y mirara en la dirección de dónde estaba quizás guardado el teléfono. –¿Un mensaje? ¿Tu hermana quizás? – Estuvo atento a la respuesta. Estaba enojado y a la vez agradecido de ese mensaje.

por **Moon Sun hee** Vie Jun 10, 2022 3:12 pm

Un vacío silencio se plantó frente a ella, no hubo respuesta a su comentario, y sentía como sus palabras estaban siendo pisoteadas por el estoico maestro de literatura. Presionó con fuerza sus labios, y encogió más su cuerpo en ese asiento, intentando volverse un caparazón. ¿Cuánto tiempo iba a seguir permitiendo que Sehun siguiera tratandola así? Le enojaba pensar que diariamente se quejaba de ese hombre y ahora estaba anhelando escuchar un "Yo también aún te quiero". Era una tonta.

Se percató del vecindario familiar. Analizó un poco este día, este día particularmente había sido un desastre, este día se había besado con 3 chicos. Y aún así estaba ahí mendigandole el amor a Sehun. Era momento de cortar ese ciclo de una buena vez y tomar las riendas de su vida. Estaba viviendo todo de forma muy desordenada. Tenía que hacer algo, tenía que ordenarse.

Cuando el auto se detuvo ya fue el momento de bajar. Abrió la puerta para despedirse de forma cortes de su ex. Hizo una reverencia con la cabeza. —Gracias por traerme, ten buenas noches —Probablemente fueron solo un par de pasos los que dió antes de ser atrapada por la fuerte mano de Sehun. Observó al hombre sorprendida, pero más sorprendida quedó cuando fue agarrada nuevamente. Ella tampoco opuso mucha resistencia ante el beso.

Apenas sintió los labios de su ex marido, su cuerpo entero se movilizó a abrazarlo. Cerro los ojos y rodeó el cuello de él, correspondiendo el beso de inmediato, deslizando su mano izquierda por el pecho, y luego abrazando esa ancha espalda para aferrarse a la ropa con fuerza. Su corazón no la engañaba, este era el sentimiento real que sentía, no había comparación con nadie más por más que quisiera engañarse, pero al mismo tiempo su corazón se sentía desolado, este beso no significaba nada para él. Solo un beso impulsivo.

Su teléfono comenzó a sonar, cosa que ella quiso ignorar, pero Sehun no lo pasó por alto. Se inclinó para buscar en su bolso el artefacto. —Supongo que si... Apenas vengo llegando, no le avisé que iba a ..... —Palideció al ver que era un mensaje de Aiden Taylor, y solo pudo guardar su celular sospechosamente en su bolso. —HAHAHA si es ella, pero no le voy a responder porque ando acá mismo — Deshizo el abrazo y la complicidad entre ambos rápidamente, aunque no quería. —Gracias por el aventón —Dio un par de palmadas en la espalda del profesor, y su celular comenzó a sonar en una llamada que la alertó.

—UHG...debe estar muy preocupada, mejor me voy...— Fue retrocediendo. —A-adios— se volteó lista para irse mientras el tono de llamada seguía repitiéndose. Pero se detuvo a medio camino, regresando dónde Según para ir a darle un beso en la mejilla. —¿N-nos vemos en la Universidad? — Se sonrojo un poco antes de volver a salir corriendo. Hablaría con Aiden, pero lo mejor es que fuera por mensaje.

por **Oh Se Hun** Dom Jul 17, 2022 4:11 pm

Aunque parecía, no era difícil entender la extraña relación que ambos tenían. Todo lo que existía entre ambos era impulsividad y deseo. Esa impulsividad les llevó a casarse jóvenes, a intentar llevar una vida en Corea para la que ninguno de los dos estaba preparado. La misma impulsividad lo trajo a Alemania a él y luego a ella. Y esa misma los tenía en esta situación. Luchando contra y a favor del otro. Odiandose con la misma fuerza con la que se amaban. Las personas adultas podían ser tan estúpidas si se lo proponían. Ellos eran tan estúpidos.

El principal enemigo acá no era el o era Sun Hee, el principal enemigo era el ego. Sentía que esto era una competencia de quién tenía la razón. De quién era el que seguía enamorado de quién y quién caería ante el otro más rápido. Cuando el creía ganar, era traicionado por la acción más impulsiva y ridícula. ¿Por qué quería seguir envuelto en este juego estúpido más tiempo? ¿En qué se beneficiaba?.

Sun Hee se retiró rápidamente, apoyó su mano en la puerta del auto suspirando y reprochando sus acciones, mientras en loop la actitud sospecha de su ex se repetía cómo película en su cabeza. Seguramente no era Eun-Ha. Quizás era el tipo que le había dejado esa marca en el cuello aquella vez. Sonrió con sarcasmo y se reincorporó para caminar hacia la puerta del conductor, y entonces la coreana regresó a besar su mejilla con dulzura. El acto fue inmediato, su cuerpo se giró para observarla con sorpresa mientras ella la miraba con una ingenua estupidez.

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No estaba seguro que clase de cara pudo haber hecho, pero una vez que ordenó todo en su cabeza, llevó las manos a sus bolsillos y asintio. —No olvides que hay reunión técnica en la mañana, no quiero andar justificando tus atrasos —Caminó hacia el asiento del conductor sonriendo finalmente hacia la chica mientras está de retiraba. ¿Que había sido ese beso de adolescentes?

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