Los secretos del instituto ( Privado con Natalya)

Me llamó la atención profundamente cuando dijo eso de que estaba acostumbrado a la actividad nocturna ¿a que se habría referido? ¿quizás trabajo? supuestamente los estudiantes estarían acostumbrados a descansar de noche pero al parecer no era el caso del japones, pero eso en realidad aunque me daba curiosidad ese horario que tenía tan solo le quede mirando atenta más aún cuando se acerco un poco a mí y me preguntaba si yo tenía sueño, negué con la cabeza.

-Un poco, no mucho en realidad, supongo que es por horarios de trabajo que me tocan a veces - le respondí mientras me recordaba como varias noches el jefe me llamaba para emergencias o turnos, aunque en realidad ir no me molestaba en absoluto, siempre tenía que ir a cuidar animales por diferentes problemas durante la noche pero con el café que ya se me había convertido como un vicio, podía andar más o menos bien al día siguiente si tan solo tomaba unas cuantas tazas. Noté que el peli-marrón se acercaba un poco más haciendo que me pusiera un poco nerviosa aunque como aún estaba oscuro no sé me notaba mucho, y luego sentí sus labios en mi mejilla, por la sorpresa de la acción no pude evitar sonrojarme violentamente y quedar un poco atónita, un poco tartamuda y aún sorprendida le respondí.

-N-no tiene nada que agradecer...- fue lo único que se me ocurrió decir aún media sonrojada, realmente no esperaba su agradecimiento, ayudar para mí era algo natural, lo hacía cada vez que podía y mis padres desde siempre me habían enseñado a no centrarme en mi misma, aunque ciertamente no pude evitar colocarme nerviosa pues siempre había notado al japones tan distante con todo que me sorprendía su acción más teniendo en cuenta que yo no era de mucho contacto cercano con los demás, aún así agradecía sus palabras aunque no las esperaba.

Miré nuevamente al cielo, quería que Klein regresará ya, cada vez se hacía más tarde y la hora pasaba rápido había que dejar aquel cuerpo del pariente de Okita-san en un buen lugar, más tranquilo y cuidado que este sitio. Como no se me ocurría mucho que decir tan solo era cosa de esperar y por suerte esa espera no demoro mucho, mi hermosa ave ya venía de regreso lo cual en cierta forma me aliviaba ya que no acostumbraba a estar lejos de ella mucho tiempo y estar completamente a solas con otra persona que a pesar que sentía que tenía algo más de confianza no conocía aún bien.

-Klein ya vuelve, seguro que encontró algo - dije volteando mi mirada a Okita-san aunque aún estaba algo sonroja por lo anterior, era demasiado vergonzosa (?) y esa costumbre no se me iba. Al parecer Klein notó el hecho que andaba algo más exaltada que de costumbre y me miraba diferente con esos ojos con más curiosidad de que de costumbre, definitivamente aquella ave me conocía mejor que casi cualquier persona (?), deje de apoyar mi espalda en el árbol mientras tenía a mi ave en mi brazo, ya lista para comenzar a emprender camino.

-¿Vamos?, debemos dejar a su pariente en un lugar mejor que nadie lo vaya a molestar y este tranquilo - dije sonriendo levemente con mi tono amable que me caracterizaba tratando de recuperar mi compostura por completo, ya era hora de marchar al lugar que Klein allá encontrado.