Consultas absurdas en una tarde de mal vivir.

por **Andrei Chaikovsky** Dom Sep 15, 2019 10:07 pm

Ese día había sido un día bastante agotador y molesto para variar, ya que odiaba que los alumnos preguntaran tantas estupideces, como si nunca supieran como se tienen sexo entre otras cosas; "¿A caso quieren que lo haga en vivo?" Pensó, ganas no le faltan de todas maneras podrían por lo menos ver un verdadero tutorial que esas mierdas que dan para educar a los niños pubertos.

En cuanto termino las clases, Andreí había decidido ir a la sala de profesores para tomar un respiro, descansar un poco, antes de volver a preparar la próxima clase. Por la noche tendría clases ya con otros alumnos más avanzados, había conseguido un trabajo en la universidad de Andernach, y por lo menos los alumnos de allí no le sacaban canas verdes. "¿Que es lo que los profesores le están enseñando a los alumnos?" Del bolsillo sacó un paquete de cigarros, tomó uno de estos y lo llevó a la boca. Buscó el encendedor, tanteó en varias partes de su cuerpo pero no lo encontraba, mientras caminaba hacía la ventana que daba hacía los jardines del instituto.

— ¡Mierda! — Lanzó el cigarrillo al suelo. — ¡¿Dónde mierda dejé el maldito encendedor?!. — Andreí no era un hombre muy paciente, y lamentablemente para él no podría fumar en este rato. Suspiró molesto y se fue a tirar en el banco que estaba a un costado, mientras veía a los profesores ir y salir del lugar.

por **Alan Cortés** Sáb Sep 28, 2019 2:38 am

Un número de teléfono nuevo le había mandado algo a su móvil, a lo que Alan se quedó un tanto extrañado. Las palabras primeras estaban en español; “Hola Alan” y sabía que en el basto mundo social que había creado en Alemania, no había nadie de habla hispana más que él, por lo que decidió abrir el mensaje de whatssap y vio algo que ciertamente no se esperaba…

Buenos días. O tardes, pues no estoy muy segura que hora debe hacer allí. Espero que te encuentres bien y que en ese nuevo país haya conseguido muchos amigos. Ahhh… soy Alisson. Te mandaba este mensaje para avisarte que iré de viaje a esa misma ciudad. Me estaba preguntando si te gustaría que nos viéramos en algún momento que te venga bien, llevaré a los niños… ¿ya de dices?

Pt: J Que sea en buen plan Alan, un abrazo

Un vuelco al corazón percibió por todo su cuerpo en cuanto leyó aquél inesperado mensaje e hizo que sintiera como empezaba a acelerarle el pulso. Planeaba contestar inmediatamente pero se contuvo de hacerlo, Allison y él habían terminado hace tiempo y solo les unía la responsabilidad de los hijos, pero aun así no imaginaba tenerlos allí, con él, había tanto que mostrar. Decidió el dejarlo para después y que pudiera responder como se merecía. Lo cierto es que ni siquiera sabía por dónde empezar, que decirle y si mostrarse tan alegre como se encontraba aquella mañana tras recibir ese mensaje.

El día transcurrió tranquilo y sin ningún accidente, las siguientes clases fueron tranquilas y bastante interesantes.

Ya por fin era su hora de descanso, así que Alan salió de la clase a toda mecha y comenzó a correr hacía la sala de profesores . Al llegar se encontró la puerta abierta y le hizo sospechar que tal vez no había sido el único que tuvo esa idea. Los rayos del sol se colaban por las ventanas, dándole en los ojos y obligando a que los cerrará o al menos que se pudiera la mano delante. En un primer momento no vio a nadie, así que avanzó hasta que se apoyó en la ventana mirando hacia el jardín; una bonita vista a su parecer y muy pronto sus hijos también podrían contemplarlas.

─¡NIÑOS QUIERO VERLOS! ─

Gritó soltando todo el aire de sus pulmones y estirándose. Se encontraba tan concentrado contemplando el paisaje que no cayó en la cuenta que allí al lado pudiera haber alguien. Al girarse se sorprendió y se topó con la figura de un hombre que se encontraba recostado en uno de los bancos.

─HAHAHahahaaa… lo siento mucho. No me di cuenta que hubiera alguien. Creía que estaba solo ─

por **Andrei Chaikovsky** Jue Oct 17, 2019 11:33 pm

Los rayos del sol daban directo a los ojos, por lo que simplemente cerrarlos, era ya molesto. Se llevó el antebrazo para cubrir su rostro de este, así, de esa manera no sería molesto, estuvo a punto pero a punto de quedarse dormido y lo hubiera agradecido ya que detestaba las clases diurnas, pero lamentablemente escuchó un grito de otra persona que estaba en el mismo lugar que él.

Suspiró molesto y se sentó, en primer lugar no quiso mirar a aquel hombre, porque alguien tan ruidoso no parecía ser un agrado para su cabeza, pero luego escuchó la disculpa de forma inmediata y giró brevemente su cuerpo para observarlo. No lo había visto antes, pero su piel morena resaltaba entre las pálidas del país europeo, y claro que se sintió un poco enternecido por las pecas que adornaban las mejillas ajenas. ¿Acaso era un niño? Inclinó el cuerpo hacía adelante donde sus antebrazos se recargaron en sus propios muslos. No le costó analizar un poco el contexto de ese mensaje, que a simple vista parecía el de una especie de pedófilo esperando por su presa, pero guardó los comentarios un momento antes de disparar.

— Es raro que un adulto como tú esté gritándole a los niños que deseas verlos, eso te podría traer serios problemas, amigo. — Desde que entro a Wertvolle Preise no había tenido la posibilidad de conocer a una persona que expresara sus gustos secretos tan abiertamente y sinceramente no pudo evitar sentirse algo intrigado y curioso de conocerlo. El mismo era así, un degenerado que le gustaba jugar con menores, pero aunque se había esforzado en compartir sus intereses con otros adultos parecía que no había nadie como su persona, hasta que apareció este sujeto.

— ¿Tienes fuego?. — Esperaba que tuviera, tenía tantas ganas de fumar un cigarrillo y las ganas lo estaban matando, y como no podía suicidarse, sin duda acabaría matando al moreno.

por **Alan Cortés** Miér Dic 11, 2019 4:01 pm

Lo miró confundido ¿Traerle problemas que cosa? No estaba haciendo nada malo, ¿o si? Frunció el ceño analizando con cuidado las palabras que había utilizado y luego se sorprendió por su mala selección. — ¡no! Yo hablaba de mis hijos, DE MIS NIÑOS — Se atoró un poco de puro nervios, por quedar como pedófilo pero además porque el tipo se veía algo amenazante, debía ser de esos profesores que te dan miedo conocer o que son sugar daddy, se preguntaba principalmente porque su cabeza se estaba yendo hacía ese sitio, quizás era demasiada guapura en una.

Buscó en su ropa rápidamente por cigarro, porque a pesar de ser heterosexual, un hombre hermoso y serio lograba ponerle nervioso, sentía que en cualquier momento lo golpearía con la gracia de un héroe de acción. Entregó el aparato con rapidez, casi como si se deshiciera de él. —Toma! — Presionó sus labios y luego volvió a relajar su cuerpo — ¿Cómo te llamas hermano? ¡Me diste un susto! Pareciera que le vas a sacar los ojos a alguien — “O a violarme tanto que me gustará” pensó pero no se atrevió a decirlo, quedaría como homo o como un degenerado.

—Ah, yo soy Alan cortes, soy de España y no llevo mucho tiempo — Señaló con el pulgar el cartel de profesores — Doy el electivo de “español” ¿y tú? — Llevó sus manos a los bolsillos y se relajó conforme más hablaba — Lo siento hombre, por el mal entendido, es que mi esposa…— Hizo una pausa — Bueno mi ex esposa, me dijo que vendría con los niños y me siento emocionado, no los veo hace mucho —

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