Día de compras obligado [Priv. Missha]

por Invitado Dom Oct 19, 2014 10:00 am

- ¿Además de la fiesta debo de pasar por esto?

Suspiré de forma pesada y miré mi móvil para releer el mensaje que me había enviado el ama de llaves.

"Señorita Aisha, le he conseguido una cita con uno de sus compañeros de clase, el joven Missha Valkóv. ¡Espero que puedan pasar un día agradable en el centro comercial! Estoy segura que le será de su agrado. Él llegará a las 5 en punto, sólo debe esperarlo en la entrada del lugar, yo ya le indiqué como iría usted vestida. ¡Buena suerte!"

Esa vieja estaba loca, ¿quién se creía para obligarme a convivir con personas inferiores? De verdad despreciaba ese tipo de actitud, entendía que me había vuelto muy importante y que debía de comenzar a convivir con otros para conseguir lo que quería, pero por lo menos esperaba poder escogerlas yo misma.

Volví a meter el móvil en mi bolsa de mano para luego mirar mi muñeca y contar el tiempo que hacía falta para la llegada del chico.

- 10 minutos más...

Arreglé mi fleco y me recargué pesadamente en la pared mientras veía mis zapatos blancos que hacían un gran contraste con mis medias negras. Siempre he tenido ese gusto de mezclar blanco, negro y violeta en mis atuendos, es una manía que había quedado gracias a los pocos recuerdos de mi madre.

- 9 minutos... - Volví a mirar mi muñeca.

¡No aguanto más! Saqué un pequeño libro de mi bolsa que llevaba por nombre "Un mundo feliz de Aldous Huxley"; 9 minutos bastarían para avanzar un par de páginas de esta maravillosa trama.

por Invitado Dom Oct 19, 2014 1:02 pm

Su costumbre era llegar unos minutos antes de la hora acordada, y esa no fue la excepción. Al no ser día de clases, había decidido vestir algo más informal y distinto. No por algo en particular, salvo comodidad. Vestía una sudadera verde limón con el rostro de un gato caricaturesco con una playera turquesa que no alcanzaba a ser vista por la ropa, unos pantalones beige entallados cortos al mero estilo pescador y un par de vans en gris con verde del mismo tono que su playera. Prácticamente, el color limón sólo se hacía presente en la pequeña etiqueta de la marca y en el interior del calzado.

Caminó un poco, hasta que vio a la chica que había visto en su clase de Literatura I. Una sirvienta, le parecía, le había pedido que fuera con ella de compras. Al no tener nada que hacer y la disposición total de ayudar, aceptó. Se dirigió hacia ella con pasos lentos, pero ella no parecía notarlo.

-¡Ese es un libro precioso! -Ésa era una historia que le gustaba mucho. Sonrió ampliamente. -El salvaje es mi personaje favorito.

A él le gustaba mucho leer. Leer, oír música, ver obras de teatro admirar arquitectura, y aunque casi no sabía nada de las artes plásticas, se deleitaba con algunas. Por ejemplo, La libertad guiando al pueblo era su pintura favorita. Delacroix realmente le gustaba, pero no sabía nada más de su vida o historia. Consideraba que era necesario saber más de ello, pero no lo hacía. No había tenido oportunidad.

-¡Soy Missha!

por Invitado Lun Oct 20, 2014 8:56 am

Estaba cada vez más metida en la lectura hazta que escuché a alguien mencionar que el libro era hermoso, esa no sería la forma en que lo calificaría. ¿Su personaje favorito era el salvaje? Vale, había leído varias veces el libro y no era como que me hubieran contado algo nuevo, pero no había pedido su opinión o quería platicar con alguien sobre algo relacionado a esa lectura. Ese libro me gustaba disfrutarlo sóla.
Bajé léntamente el libro y observé al ser humano que se había puesto frente a mi. Lo que más me llamó la atención fue el gato que estaba estampado en la sudadera, ¡era tan hermoso que llegué a sonrojarme un poco! Después lo examiné con mayor detenimiento, el mensaje del ama de llaves había sido muy claro asegurando que mi acompañante sería un chico, pero el tener a ese personaje frente a mis ojos primero hubiera pensado que se trataba de una chica. Además, su nombre era un poco confuso para saber su sexo.

- Me llamó Aisha, Aisha Seiker.

No pude mantener por mucho tiempo mi vista directa a sus ojos. Era tan alegre que toda el aura alrededor de él estaba llena de flores y colores pastel; era como si un pandicornio volador estuviera vomitando arcoiris con aroma a manzana continuamente sobre Missha. (?)
Me volteé un poco frustrada mientras pensaba que era demasiado tierno y lindo para seguir viviendo o incluso para morir. Seguro era un ser eterno gracias un pacto con el demonio. (??????)

- ¿Qué te gustaría hacer? - Pregunté haciendo un puchero. Era injusto que yo no fuera tan tierna. - Se supone que hoy debo ir de compras contigo. No te preocupes por el dinero, tengo el suficiente como para que tu y yo llenemos nuestro guardarropa por los próximos dos años. - Me dí cuenta que lo que dije sonó muy mal educado. - ¡Perdón! Es sólo que pues yo te invité, bueno no... Sólo quería estar segura de tener lo suficiente para pasar un rato por lo menos agradable.

Bajé mi rostro y comencé a jugar con el aza de mi bolsa.

por Invitado Mar Oct 21, 2014 10:54 am

Sonrió suavemente, tocando el hombro de la chica frente a él. Era muy tierno de su parte el intentar cuidar lo que trataba de decir, pero no hacía falta. No pretendía malinterpretarla. Su ama de llaves ya le había advertido sobre su forma de ser.

-No te preocupes, Aisha. -Asintió con la cabeza. -Vayamos a donde tú quieras: ¿Una librería o a comprar ropa? -Era el día especial de ella, no era justo que escogiera. -¿Prefieres comer algo?

Miró a su alrededor: ¿A dónde podrían ir? Existían demasiadas tiendas. No tenía ni la más remota idea de a dónde debían ir, al final, no conocía a la chica y no podía proponerle nada bueno. Bajó la mirada, pensando un poco.

-¡Ya sé! -Tomó su mano amistosamente, entrelazándolas. -Caminemos un poco mientras me cuentas ´sobre ti.

por Invitado Mar Oct 21, 2014 11:25 pm

Me quedé pensando sobre las preguntas que me hacía, lo más lógico sería comprar algunas cosas, ¿no? Después sentí que Missha tomó mi mano, era muy diferente a loq ue había pasado en la biblioteca de su casa, mucho más cálido y sin pretenciones. Me sonrojé y bajé la mirada comenzando a caminar un poco tiesa. Parecía robot.

Entramos por la puerta principal y comenzamos a caminar por ese piso que estaba plagado de tiendas de chacharas y chucherías. Había montones de accesorios lindo, así que enseguida entraba corriendo arrastrando conmigo a Missha; cuando notaba lo que pasaba me ponía aun más nerviosa.

- Bueno... No tengo amigos realmente, así que es la primera vez que salgo con alguien. Además de que estoy sola en esa casa y no, los empleados no cuentan si no hablan contigo o no conviven como uno esperaría.

En la tienda en la que estabamos había una bufanda del nyancat, de un extremo estaba su rostro y del otro su colita. La tomé y se la puse alrededor del cuello a mi acompañante.

- ¡Seguro que esto te quedaría muy bien Missha! - Lo completé con un gorrito de tipo andino y unos guantes que tenian medio corazón en cada pulgar. - Todo se te ve tan bien que podría jugar que hiciste un pacto con algún demonio. ¡Yo también quiero!

De nuevo mis pucheros de envidia...

por Invitado Miér Oct 22, 2014 2:34 am

La miró atento, escuchando cada una de sus palabras mientras caminaban. Llegaron a una tienda de cosas muy tiernas y casi todo en temática de juegos o cosas como anime, no conocía del todo. Sonrió y entró en ella. La chica tomó un poco de ropa y comenzó a vestirlo como muñeca. Él sólo se dejó

hacer con muecas graciosas, tratando de animar a la otra.

-¡Gracias, Aisha! -Sonrió ampliamente ante el cumplido. -Tú también te ves muy tierna siempre, sólo debes encontrar algo que vaya contigo.

Miró a su alrededor, buscando algo perfecto para ella: Tomó un gorrito blanco con orejas de gatito. Todo lucía muy tierno, pero algo faltaba. ¡Ya! Caminó y tomó una corbatita de moño, grande, probablemente para un disfraz, y se lo colocó en el cuello.

-¡¿Ves?! -Sonrió mientras la llevaba a un espejo.-ERes demasiado tierna.

por Invitado Miér Oct 22, 2014 6:25 am

Me miré en el espejo, me encantaba el gorrito y el corbatin era un poco extraño. Usaba un moño grande muy a menudo, pero lo que le había puesto no funcionaba. Me acerqué a la caja de la tienda para pagar lo que le había puesto a Missha y el gorro que me había gustado. Escondía mi rostro sonrojado con mi cabello y sólo saqué la tarjeta de crédito para pagara.

En cuanto nos dieron las cosas, volví a tomar a mi acompañante de la mano para salir directo a la zona de comida, llendo directo a una cafetería del lugar. Nos dieron los menús y sólo hablé para pedir un frappuccino con galletas oreo, ni siquiera presté la atención.

- Pe... perdón...

Me pregunto que estaba pensando Missha sobre mi, tal vez sólo fue una molestía. ¡Ahhh! ¡Eso de tratar con personas reales es complicado!

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