Burundanga [priv. Gerard + Effi]

por **Heinrich Weiss** Miér Dic 11, 2019 1:58 pm

Los últimos hechos habían revelado lo que con tanto ahínco había estado buscado, y después de múltiples ataques depresivos, al fin sentía que tenía un verdadero propósito para mantenerse con vida. Lo habían hablado antes con Effi, el poder hacerse cargo de los hijos de su profesor Rorschach pero sentía que por fin se iba a cumplir esa idea que solamente había vagado en su cabeza como un delirio constante y latente.

Días atrás había sentido como la muerte venía hacía él, como había retorcido sus entrañas haciéndolo sentir totalmente asqueroso y vulnerable, por lo tanto su apariencia física no era de las más presentables. Antes de salir se había mirado al espejo, pero ahora que Heinrich estaba parado frente al vidrio de un escaparate, podía ver en general su aspecto demacrado; Vestía una larga chaleca de lana de color gris, unos jeans rasgados, una playera con el dibujo de un duende vomitando y unas botas negras que medio se estaban abriendo desde el inicio. Su rostro no era mucho mejor, una desaseada barba inundaba sus mejillas, sus lentes estaban sucios, su cabello desordenado estaba bajo un horrendo gorro de baseball que tenía el logo descocido de NY, realmente lucía como un vagabundo, no, un hippie, intento de convencerse de que era un hippie.

Caminó hacía la Van que tenía estacionada fuera de aquel escaparate. Ya había comprado las dos rosquillas y ahora solo tenía que manejar hacía la dirección señalada. Recordaba que Effi había dicho que la esperara, pero él no podía esperar, había esperado durante años.

Cuando estaba cerca del barrio departamental notó a lo lejos al joven, había estado espiando constantemente sus redes sociales y el gps en Facebook indicaba que estaba cerca. Este era el momento adecuado. Puso las luces varios metros atrás para alcanzar un rociador que tenía en el asiento trasero con una ligera mezcla de agua con burundanga, probablemente la sorpresa haría que el chico escapara, pero la potente droga latina lo haría caer como mosca muerta en cualquier momento.

Estaba nervioso cuando iba acercándose y reconociendo el cabello rubio brillante. Llevó un cigarrillo a los labios, aspiró el humo, exhaló y salió de la van con el único objetivo de rociar el rostro del menor y susurrar —Tienes la opción de entrar en la Van y sentirte miserable físicamente allí, o escapar. De todas formas vendrás conmigo —Intentó sonreír amistosamente mientras la droga comenzaba a hacer efecto.

por Invitado Miér Dic 11, 2019 3:32 pm

Parecía ser un día normal, aún cuando su hermano no estaba viviendo con él una temporada, el joven parecía llevar las cosas bien, en su mente se repetían las instrucciones de su hermano "tres comidas al día, levantarme antes de las 8, dormir al menos 4 horas diarias, ir a clases puntualmente, hacer mis tareas, no trabajar mas de dos noches a la semana y no hablar con extraños" las repetía constantemente a manera de burla con una voz aguda, pero era la única manera de poder quedarse a vivir en ese lugar él solo.

Bostezó con fuerza mientras caminaba por la calle después de una larga y aburrida jornada laboral, estaba muy cansado y apenas se dio cuenta de que alguien estaba detrás de él, fue solo el aroma del tabaco lo que lo delató, se dio vuelta sintiendo las gotas de agua en su rostro, inmediatamente se balanceó un poco sintiendo su cabeza mas ligera, e instintivamente metió su mano al bolsillo sacando un destornillador.

Las palabras de aquel hombre hicieron que un brote de adrenalina empeorara las cosas, cayendo sentado en el pavimento una nueva rociada de aquella droga le haría perder el sentido y lo sabía, su mano sujetando torpemente la improvisada arma intentó apuñalar la pierna de su agresor, fallando en su intento pero abriendo la carne en un costado del muslo, exactamente por donde los pantalones rasgados dejaban ver la piel del hombre, luego de eso, la fuerza lo abandonó dejando caer el arma.

Su cuerpo dolía por la repentina descarga de fuerza y estrés e inevitablemente se incrementaba su temperatura corporal, se sentía como una repentina influenza, aunque intentara mover sus piernas o sus brazos era inútil, y ni siquiera su voz lo obedecería más...se quedó sentado en frente del mayor sintiendo como de a poco se iba durmiendo.

por **Heinrich Weiss** Mar Dic 17, 2019 1:01 pm

Sentía que el corazón se le aceleraba, sabía que lo que había hecho estaba un poco mal, pero también sabía que ese chico le había agarrado suficiente desconfianza como para simplemente acercarse y hablarle como si nada. Retrocedió un poco cuando vio el cuerpo ajeno caer en el asfalto gélido, miró a los alrededores en búsqueda de algunos ojos inquisidores, pero por fortuna de él y quizás desgracia del joven, no había nadie aunque oía los pasos de algunas personas acercarse.

Lo hizo rápido. Tomo al menor de edad y lo subió en la parte trasera de su van, entró al asiento del conductor y presionó con ambas manos el forro del manubrio con fuerza mientras se encogía de hombros. Literalmente estaba secuestrando a alguien, pero al mismo tiempo en que la culpa lo carcomía por dentro, se sentía bien, sentía la adrenalina correr por cada uno de sus vasos sanguíneos y sentía que una vez por todas tenía realmente ganas de vivir.

Encendió la van y esta hizo un sonido estruendoso, tosió un poco cuando un par de personas paseaban a un costado del vehículo, y luego comenzó a andar.

Al llegar a casa, se bajó rápidamente, abrió las puertas traseras para bajar al muchacho ante los ojos sorprendidos de dos vecinos. —Se quedó dormido haha — “No sabíamos que usted y Effi tenían hijos” La sola idea que salió de la boca de aquella mujer regordeta hizo que dibujara una sonrisa en sus labios. —L-lo adoptamos hace poco — Respondió nervioso, y subió con mayor calma los escalones que daban hacia la puerta de su casa.

Abrió con dificultad, porque sus manos sudaban y al entrar, observó atento la acogedora morada que tenían con Effi. En una esquina de un pequeño mueble estaba la foto de su matrimonio. Se detuvo a observarla mientras aún tenía al adolescente en sus brazos, y tras el pequeño lapsus de distracción se giró para sentarlo con dificultad en una silla.

Lo amarró. Por varias razones. Si escapaba al despertar no podría decirle las buenas noticias, y además su cabeza y parte de su cuerpo medio muerto se caían, necesitaba estabilidad. Sentía que había hecho un buen trabajo. Se sacó su abrigo y acomodó un poco su desaliñado ser antes de sentarse frente a él, quería verlo despertar, iba a decirle “Bienvenido a tu nuevo hogar” ¿Estaría bien?.

por Invitado Mar Dic 17, 2019 3:07 pm

Su cuerpo se sentía extraño. a pesar de que se había quedado dormido, muchas veces había intentado despertar solo para sentir como algo lo volvía a mantener dormido. Ni siquiera sus pensamientos tenían sentido o estaban coordinados y las voces distorsionadas del exterior no tenían sentido en su cabeza, pero de algo estaba seguro, y es de que estaba siendo transportado a algún lugar.

Al cambo de un rato sintió como la sensación de "flotar" había desaparecido y de a poco su mente iba despertando de aquel extraño trance; incluso sin poder abrir los ojos aún sus labios empezaban a emitir sonidos, que no llegaban a palabras.

Después de varios minutos en las mismas condiciones, al fin pudo ver a su agresor, de alguna manera le resultaba extrañamente familiar, pero la habitación estaba demasiado oscura y no es que sus ojos funcionaran del todo bien aún.

-Que...quieres...de mi?- dijo jadeando marcadamente -Por que....haces esto...?- intentaba continuar pero se sentía como si usara cada gramo de fuerza en decir cada palabra y no solo eso sino que después de completar cada pequeña frase su pecho dolía un poco, por lo que solamente se limitó a mirar la figura oculta en las sombras fijamente.

por **Heinrich Weiss** Jue Dic 26, 2019 3:50 pm

El tiempo pasaba y el seguía esperando que el chico despertara. Miraba nerviosamente el reloj de pared mientras este movía lentamente las manecillas; «Tic, Tac, Tic, Tac» Sin detenerse. Notó un ligero movimiento en el cuerpo del menor y su mirada viajó desde la circunferencia del reloj hacía el cuerpo amordazado del chico. Estaba allí, despertando y eso le generaba felicidad, al fin podía sonreír amablemente y decir “Bienvenido”.

Escuchó las preguntas y su bienvenida se vio cortada por aquella voz confundida. — ¿Por qué? ¿No es obvio? — Al menos lo era para él —Conocí a tu padre cuando estaba en la Universidad, era una persona brillante, siempre quise ser tan brillante como él — Cruzó una de sus piernas por sobre la otra, entrelazando sus dedos que se apoyaban con gracia sobre su propia rodilla. — Sabía que la única forma en la que pudiera ser reconocido como él sería si él estuviera muerto, pero cuando murió el vacío inundo mi alma — Desvió el rostro brevemente ¿Cómo contarle al chico el dolor que sufrió al perder aquel hombre? ¿Cómo contárselo sin que el malinterprete todo? —No tuve un propósito que seguir, quería ser grande como él o en su defecto destronarlo, pero no así, y luego…apareciste tú. —

Se puso de pie y caminó hacía la mesa recogiendo el archivo de información académica de Wertvolle Preise que Effi había fotocopiado. — Revisé exhaustivamente los informes tuyos y el de Walter, tu hermano tiene un registro impecable, pero tu eres diferente, te pareces más a tu padre, tienes un montón de faltas en la escuela, pero seguro eres un genio — Caminó hacía Gerard dejando caer los papeles frente a los pies del adolescente — Tu eres como él, yo tengo que hacer algo al respecto ahora que tengo un nuevo propósito — Sonrió tímidamente, y luego comenzó a reír hace tiempo no se sentía muy bien como ahora y esperaba que Gerard se sintiera tan bien como él, porque ahora ambos tenían un propósito en esta vida.

por **Effi Weiss** Jue Dic 26, 2019 4:16 pm

Hoy iba a ser el gran día, y claramente estaba emocionada. Luego de un par de meses de investigación el Wertvolle Preise habían logrado dar con todos los datos de los hijos del profesor Rorschach. Los gemelos Gerard y Walter.

Esa mañana Hein estaba más nervioso de lo habitual, y ella entendía que era por la situación, había planeado todo con mucho detenimiento, iría a trabajar durante el día, en la tarde iría a hacer algunas compras y luego irían ambos a presentarse hacía Gerard y quizás Walter, hablarles de lo que había significado el profesor para Heinrich y las intenciones de quizás ser más cercanos hasta que estuvieran cómodos con su presencia. La idea de tener a su cuidado a los chicos la llenaba de ilusión, quizás porque de alguna forma quería formar una familia con el hombre con él que se casó.

El trabajo en Wertvolle se había vuelto bastante pesado, sobretodo porque desde el incidente de de las fotocopias, el inspector Dahmer no le había quitado los ojos de encima. Seguramente era alguien sospechoso para él. Además aun debía recuperar el anillo de matrimonio que había perdido quien sabe dónde, por eso ese día se pasó más tiempo en el instituto aunque no había clases que hacer. Al finalizar el día pudo empuñar sus manos en un gesto de ánimo, era el momento de ir al supermercado.

Corrió como pudo al más cercano, compró un montón de comida para su despensa y además un pastel para recibir a los chicos ¿Les gustaría de chocolate o Moca? Era dificil saber. Cuando llegó a la caja registradora, no pudo evitar coquetear un poco con el cajero, era joven, le divertía volver a sentirse una jovencita.

Finalmente llegaría el momento de regresar a su casa. Cuando bajó del Taxi escuchó a la vecina felicitarla por su hijo. Su cara hizo un gesto de confusión divertido, pero quizás Heinrich les había comentado sobre sus planes de adopción. Caminó hacía la puerta y se detuvo a pensar. Heinrich nunca hablaba con otras personas, las cosas parecían extrañamente sospechosas. Giro la manilla y mientras sostenía el pastel en una mano, se quitó los zapatos de tacón. — ¡Amor, ya llegue!— Y entonces se quedó estática en aquella posición incómoda observando lo que estaba ocurriendo en plena sala.

Una gotita de sudor cayó sobre su rostro, y luego un montón de ellas intentando entender que estaba pasando. Había un adolescente amarrado a una silla, papeles tirados por el suelo, si lo pensaba mejor ese era Gerard Rorschach pero ¿Qué pasó? ¿P-por qué? ¿Qué estaba sucediendo? — ¡OH POR DIOS! — Exclamó asustada dejando el pastel en el suelo y corriendo hacía el chico con un tacón en un pie y el otro descalzo. — ¿¡QUE HICISTE?! N-no íbamos a ir juntos — Se inclinó tomando al menor de los hombros para observar su rostro mientras intentaba sonreír amablemente — HAHAHAH H-HOLA GERARD ¿COMO ESTÁS? SOY EFFI, LA PROFESORA HAHAHAHA S-SORPRESA, TODO ES UNA BROMA — Se puso rápidamente de pie para mirar con enfado a Heinrich y luego se giró para desatarlo, el chico a simple vista parecía algo raro, y vio cómo su cuerpo se tambaleo cuando las cuerdas ya no lo sostenían.

por Invitado Jue Dic 26, 2019 6:27 pm

De a poco podía sentir como su mente volvía a ser lúcida, aún así escuchar las palabras de la persona en frente suyo eran como estar detrás de un televisor antiguo de transistores, se escuchaba un molesto ruido blanco que no le dejaba entender por completo las oraciones, el ruido siempre se comía unas cuantas palabras. Sacudía su cabeza de vez en cuando para aminorar el ruido en sus oídos y de esa manera TAL VEZ entender porque aquel hombre lo tenía prisionero.

La sangre se le heló cuando escucho cosas que tenían que ver con su padre, no era nada obvio! porque alguien lo secuestraría por ese motivo?! destronarlo!? su muerte?! que él era como su padre!?!

Entonces se dio cuenta, ese señor estaba obsesionado con su padre y quería matarlo PERO como sus padres murieron antes de que pudiera hacerlo ahora quería terminar el trabajo con él y Walter! No se había sentido tan feliz de que su hermano estuviera lejos sino hasta ese momento.

-..ASGH- intentó decir algo pero solo salió un sonido extraño, justo en ese momento la puerta se abrió, quien seria?! un cómplice?! sus oídos no funcionaban del todo bien pero pudo escucharlo le dijo "amor"

"Lo sabía!! es su cómplice" pensó pero aquella nueva figura se paró en frente de él, sin duda era aquella chica, no podía entender lo que le decía pero parecía que lo estaba disfrutando, ni bien sintió las cuerdas abandonar su cuerpo intentó levantarse y salir corriendo por la puerta ahora que no estaba bloqueada, pero al dar el primer paso sintió su cuerpo caer alado del pastel.

-Ugh! n---no quiero morir aquí...- dijo intentando ponerse de pie sin lograrlo.

por **Heinrich Weiss** Lun Dic 30, 2019 1:24 pm

Probablemente todo su lenguaje corporal en ese momento en que conversaba sus intenciones con Gerard Rorcharch era un poco más amenazante que de costumbre, pero habían dos factores importantísimos que habían provocado esto. El primero; Se encontraba en una situación de poder y el segundo; La experiencia realmente le había gustado de sobremanera.

Escuchó la puerta abrirse y luego vio a Effi en ella y su cuerpo cambio completamente, había algo en esa mujer que hacía que dejara de ser un idiota, pero en cambio de notarlo en totalidad a él, ella fue directamente hacía Gerard haciéndolo sentir como un perro que tiraba un basurero en la sala. —No lo sueltes, se va a caer — Viendo como Effi intentaba liberar al chico. —Los efectos de la droga que le dí son de larga duración — Siguió con la mirada al adolescente hasta su caída y luego suspiró.

— ¿Ni siquiera vas a darme un beso en saludo? — De repente su foco de atención se fue a la inatención de Effi hacía su persona, que en lo más lógico tenía sentido considerando que había un adolescente secuestrado y drogado en la sala, pero no para él, no cuando estaba tan locamente enamorado de ella. No esperó la respuesta y caminó hacía donde estaba Gerard para levantarlo del suelo y llevarlo en brazos hacía el sofá. —Hey, no puedes huir, no al menos hasta que escuches todo lo que tengo que decirte — Le murmuró al rubio al recostarlo sobre el acolchado mueble.

Buscó sentarse en la mesa de centro para observar de cerca al adolescente y le hizo un gesto con la mano a su esposa para que lo acompañara. — Hay varias cosas que me intrigan naturalmente, la muerte de tu padre, mis deseos inconclusos que quizás puedo rehacer contigo y ahora ¿Acaso serás capaz de arrebatarme el amor de Effi? ¿Es una maniobra peligrosa tenerte aquí respirando a nuestro lado? ¿Tienes alguna duda? — Sonrió ladeando la cabeza hacia un costado.

por **Effi Weiss** Sáb Ene 04, 2020 5:57 pm

Apenas soltó el cuerpo del chico este corrió lejos y luego cayó al suelo, haciendo que en ese breve momento solo cubriera su boca con ambas manos por la sorpresa. Miró de inmediato a Hein en búsqueda de alguna respuesta lógica y la escuchó, volviendo la vista hacía el muchacho que yacía en el suelo de la sala. —Oh dios mío —Corrió inmediatamente hacía el rubio escuchando sus palabras de no querer morir. —No, cariño, no vas a morir…llamaré a un médico o algo —

Escuchó a Heinrich, y claramente se indignó ¿cómo podía priorizar cosas tan banales? ¿Un beso antes de un chico drogado en la sala? Su mirada probablemente expresaba lo que estaba sintiendo, por lo que Heinrich se acercó y tomó al menor en brazos. —Ten cuidado con él — Caminó rápidamente hacía el sofá señalando este — Déjalo acá…veré en internet si podemos darle algo para que se sienta mejor —

Caminó hacia la entrada para recoger las cosas que había dejado tirada por los alrededores, entre ellos su bolso del cual sacó su teléfono celular. Al levantar la vista para ver a su esposo, notó que este le hacía una señal para que se acercara, pero estaba tan molesta que ni siquiera quería hacerlo.

Escuchó a medias lo que decía, pero fue suficiente para ir directamente hacía Heinrich y darle un golpe en la cabeza. —¡¿Qué le estás diciendo?! ¡Debe descansar! ¡Anda, súbelo a nuestra habitación! — Se cruzó de brazos inflando sus mejillas y luego se volteó para continuar ordenando, luego tendría la conversación con Hein, por ahora debían preocuparse de Gerard.

por Invitado Lun Ene 06, 2020 4:46 am

Tan pronto fue colocado en el sofá sintió su cuerpo descansar por fin, de alguna manera la suavidad de aquel mueble relajaba su cuerpo, abrazó uno de los cojines con mucha fuerza y sintió su cabeza por fin calmándose después de que le había dado vueltas.

En ese momento se sentía más bien como si hubiese bebido demasiado licor, instintivamente se sacó los zapatos solo moviendo sus pies y con sus piernas abrazó otro cojín del sofá, de alguna manera aunque antes su cuerpo estuviera en estado de alerta, en ese momento se había bajado toda la adrenalina que generó para intentar huir, tenía que ser sincero consigo mismo, había gastado todos sus recursos y ahora su cuerpo se estaba durmiendo sin que el lo quisiera.

Y eso fue lo que hizo, se acomodó con ambas almohadas, y a pesar de que sabía que aquella joven mujer le estaba diciendo algo, ya no le importaba, daba igual, si iba a morir o si jamás fuera a ver la luz del día de nuevo prefería que pasara después de una buena siesta, era lo que su propio cuerpo le estaba demandando, tan solo esperaba que no lo lastimaran más y después de unos minutos de haber cerrado sus ojos, cayó dormido.

por **Heinrich Weiss** Dom Ene 26, 2020 4:01 pm

La delicada escencia del adolescente se iba perdiendo entre la suavidad del sofá y los efectos sedantes de la droga, obviamente ya no le escuchaba, asi que probablemente no escuchó el golpe que le dio su esposa y el claro escarmiento que siguió despues.

Se puso de pie hacía donde estaba Effi ordenando y tomó una de sus muñecas para guiarla hacía su cintura, y obligar que la rodeara. — No te enfades conmigo... — Hizo un puchero, mientras sostenía la mano de la mujer contra su propio cuerpo y cerraba sus propios ojos para besar primer sus mejillas con suavidad y lentitud —El chico está bien, tengo todo controlado — Murmuró sobre la piel.

Su mano derecha subió hasta el rostro de la mujer, tomandola del mentón y atrayendo este hacía su propio rostro. — Te quiero, no quiero que estes enojada conmigo Effi... ¿Que haré si no podemos permitirnos momentos así? — Cerró los ojos para besar los labios de su mujer lentamente mientras, su mano soltaba la muñeca ajena y rodeaba la cintura femenina atrayendola por completo hacía él.

Claro que ella estaba molesta, tenían formas de actuar diferentes, por eso ella le había gustado toda la vida y el solo le gustó una vez que ella conoció su lado más dulce, pero es que, ni siquiera, ni siquiera su lado más dulce existía, solo se materializaba cuando ella estaba cerca, porque la dulzura de Effi hacía que el mismo se sintiera en un halo de colores pasteles y olor a dulces recien horneados. —¿Ya no estás enojada? — Murmuró al romper el beso, ladeando hacía un costado su cabeza.

por **Effi Weiss** Lun Nov 30, 2020 11:01 pm

¿Acaso se había vuelto completamente loco? ¡TRAER A UN ADOLESCENTE SECUESTRADO! ¡A LA CASA! ¡DROGARLO! ¡AMORDAZARLO! ¿Que le pasaba a ese idiota? ¿Acaso no podía pensar en las consecuencias? Independientemente que él fuera o no el hijo de su amado profesor, ¡ERA UNA ESTUPIDES! ¡Quería gritar, llorar, golpearlo y luego correr a la policia! Entonces de repente, Heinrich tomó sus manos para hacer que lo abrazara. ¡LO QUE MENOS QUERÍA ERA TENERLO EN FRENTE! y sentir su cálido cuerpo. -¡¿Q-Que NO ME ENOJE, HEINRICH WEISS ?!- Alzó la voz, y luego cerró sus ojos ante el beso, suavizandose casi en el acto. Ese hombre le gustaba demasiado. -¡¿C-Controlado como?! ¡Es un niño! - Intentó seguir el tema de conversación a pesar de que se estaba sintiendo un poco ansiosa.

Su mirada fue de lleno a él cuando sintió su mano en la mejilla, y correspondió el beso, subiendo sus manos hacía el pecho de su esposo. No podía entender que sentía su cuerpo y corazón. El calor que le ocasionaba Heinrich hacía que no pudiera estar enojada mucho tiempo con él aunque quisiera, y el maldito genio físico lo sabía, era lo que más le molestaba.

Cuando el beso se rompió, abrió levemente sus ojos para observarlo. Estaba molesta aun, pero ahora era porque Heinrich sabía como controlarla. -Su-sube a Gerard a nuestra habitación ...- Rompió el abrazo y continuó recogiendo las últimas cosas que quedaban, para luego ponerlas todas en la mesa mientras observaba a su marido y al adolescente. -Llamaré a un médico y diremos que lo encontramos así en la calle ¿De acuerdo? - Era increíble como incluso para algo así encubría los crímenes de quien amaba. ¿Estaba tan boba? -¿O sabes tu cual es la solución? -

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