Rotten Apple [Freya Wolff]

Esta guerra nos ha destruido a todos

Nacida en una Alemania aún destruida Freya no tuvo muchas oportunidades, sus padres no eran más que un par de tumbas y lo único que tenia era un hermano menor que más que una familia solo era una responsabilidad que a veces sentía que era más grande que ella.

El par de hermanos terminaron en un orfanato pero eran tan distintos como la luna y el sol, su hermano siempre sonriente y despreocupado y ella siempre huraña y malhumorada. A su hermano no le faltaban las solicitudes para ser adoptado pero debido a sus problemas de personalidad ninguna pareja era capaz de aceptarlos juntos. Freya notó esto casi de inmediato y lo habló con uno de los encargados del orfanato, el problema era que su hermano probablemente no querría dejarla atrás así que se aprovechó del más mínimo descuido para lastimar sus sentimientos de la manera más horrible que pudo, solo entonces su hermano sería capaz de tener una familia y vivir en la comodidad que ella deseaba para el. 

Conforme fueron pasando los años Freya finalmente fue adoptada por la familia Wolff una familia pudiente con muchas conexiones en los lugares altos y cuya única intención era venderla a una familia con suficiente poder en lugar de a su hija legítima. Desde que pisó un pié en aquella casa su madre y hermana adoptivas le hicieron saber cual era su lugar, soportando toda clase de desprecios y malos tratos Freya creció resentida con la vida, con su familia y consigo misma hasta que un día, tuvo suficiente, algo en ella se había roto y la tranquila y callada peliblanca poco a poco se convertiría en un monstruo lo suficientemente inteligente como para ser temida por su propia familia adoptiva.

Entendía que la información lo era todo, así que intentó de todo para hacerse con los secretos de cada uno de los miembros de su nueva familia y los usó para chantajearlos y hacerlos a un lado. Creó rumores lo suficientemente descabellados como para hacer que su padre adoptivo la incluyera en su testamento como heredera y consiguió los favores de los trabajadores de su padre para hacer que ocurriera un accidente y hacerse el único miembro vivo de la familia Wolff... muchos en la casona la llaman la muerte blanca. 

Luego de aquellos incidentes Freya concentró sus esfuerzos en investigar el paradero de su hermano y por algunos rumores terminó entrando a la universidad estatal de Andernach

De cabello blanco y ojos rojizos Freya posee una especie de aura dignificada alrededor, su piel es sumamente pálida y sin aparente signo de imperfección. Cualquiera que se le acerca en primera instancia tiene la impresión de que es una persona bastante social, que antepone el bien de los demás al suyo propio y que posee una calidez innegable... pero nada más lejos de la realidad. 

Como cualquier persona Freya creó una mascara basada en traumas que proyecta hacia los demás dependiendo de con quien se relacione y sobre todo del nivel de uso que le pueda dar a los demás. Debajo de esta máscara existe alguien con tendencias sociopatas, desapegada de los demás, que solo ve a otros como herramientas para su propio beneficio. Quien tenga la desgracia de conocer su verdadera personalidad se encontrará con alguien bastante cruel, posesivo y sarcastico incapaz de sentir la más mínima simpatía por otros... le gusta ver el sufrimiento de los demás y más aún cuando ella misma fue la culpable de ello, hundir a los demás es de lo que le causa más placer en la vida, lo único por lo que guarda genuino interés es por su hermano y quizás es su único punto debil