Fobos & Deimos : Las «Lunas» de Marte [Priv. Eun-ha)

La poca comunicación y esquivas interacciones sociales le estaban preocupando actualmente. No entendía que había ocurrido para que de la noche a la mañana, tras regresar del seminario de investigación Sun Hee hubiera decidido comportarse de manera tan extraña. Siempre poniendo excusas o escondiéndose tras los basureros ¿Lo estaban evitando? De verdad a sus 32 años n esperaba que algo así le sucediera, por lo tanto fue que decidió partir a enfrentar la situación.

Fue preparado para lo peor, probablemente la profesora había dejado de quererlo en ese mes que había desaparecido, y no la culpaba, pero al menos creía que necesitaba una explicación, algo que pudiera servir como base para cimentar sus próximas decisiones.

Para llegar al lugar en si tuvo que escudriñar en los registros académicos, dio de suerte con la dirección de la profesora de literatura, y apenas tuvo su tiempo libre después de las clases partió en su auto hacía la dirección en si, listo para recibir cualquier respuesta. Se había cerciorado que sus horarios calzaran con los de Sun Hee, si o si debía estar en casa ¿No? a menos que se estuviera viendo con otro hombre.

Tocó el timbre una vez que estuvo frente a la puerta, y se sorprendió al encontrarse más nervioso de lo habitual. Claro que Arthur no estaba enamorado de esa profesora, apenas habían llevado poco tiempo de conocerse, pero si le había gustado, le parecía una lastima que tuviera que terminar de una u de otra manera, si es que terminaba. ¿Qué estaba pensado? Claro que esto había terminado desde que Sun Hee dejó de responder sus mensajes.

Toco el timbre una segunda vez, y esperó, limpiando un poco sus manos sudorosas en su pantalón, en lo que acomodaba el maletín de mano en mano para facilitar la acción.

No considero su insistencia como una molestia precisamente porque estaba preocupado más por su interés romántico. Y puede que, sumido en ansiedad y indecisión, tocó el timbre un poco más de lo que se esperaba. ¿Lucía desesperado? Probablemente sí. 

Se giró brevemente, dándole la espalda a la puerta mientras pasaba su propia mano por todo su rostro, denotaba en este gesto el estrés de la situación, ignorando a la persona que gritaba en el interior de la vivienda. Es más, incluso consideró que esa voz venía de otro lugar, después de todo, la información que venía de allí no coincidía con el contexto actual.

La puerta se abrió, y giró de inmediato su cuerpo encontrándose con la sorpresa en una mirada, y la frase confusa que no le hizo más que fruncir el ceño en incertidumbre. -¿Perdón? - Murmuro de inmediato, casi de forma refleja, porque no estaba seguro que era un BT21, sonaba a armas de fuego. 

La chica parecía más apenada, y había algo en ella que le parecía familiar, pero no logró descifrarlo por si mismo. -No hay problema -Aceptó fácilmente las disculpas, y abrió los ojos sorprendido cuando el nombre de quien buscaba salía de los labios rosados de la estudiante.  -¿Horas extras? ¿Sun Hee? -Quizás esa oración lo hubiera creído de alguien como el profesor Oh, pero la Señorita Moon no era de ese tipo de persona. ¿O acaso desconocía mucho más de la maestra de literatura?

Puede que se haya quedado un poco estático, intentando entender, procesar y almacenar toda la información que la chica coreana había dicho en tan poco tiempo.  ¿"Hermana"? ¿Sun Hee tenía una hermana? Ahora tenía sentido el aspecto familiar que notó, aunque ambas eran bastante diferente. El bombardeo continuó con una invitación a irse o quedarse, y la decisión no podía venir más inoportuna, porque ni el mismo estaba seguro que estaba haciendo. 

Se quedó en silencio un momento, bajando la mirada hacía el maletín que sostenía en su mano, pensando en las alternativas que tenía. Si se iba probablemente tendría que venir otro día a intentar hablar con la profesora, si se quedaba, era posible que quedara como una persona intensa. ¿Cuál era la opción más adecuada? Volvió la mirada hacía la chica, respondió lo primero que pensó. -¿Tardará mucho? No quiero incomodar -Respuesta genérica para extender su estadía sin ser invasivo. -Soy Arthur Muller, profesor de la facultad de historia y antropología. Un placer ¿Tu hermana te ha hablado de mi? - Chicle nuevamente para extender la permanencia. Era un genio. (?)

Nuevamente le ofrecieron entrar, y nuevamente su cabeza de hizo un lío enorme por cual podría ser la respuesta a esa invitación. Suspiró pesadamente, había dejado su maletín en el suelo por comodidad, pero ahora lo había recogido. –No, gracias, mejor me retiraré –Se dió media vuelta para comenzar a caminar, pero luego volvió a girarse hacía la joven, levantando su propio maletín y abrazándolo quien sabe si era por la propia ansiedad. –No, mejor entraré –Dijo, mientras caminaba de vuelta al departamento.

–Con permiso –Agregó al cruzar por la puerta, aún sosteniendo el maletín en sus manos y mirando curioso, pero más que nada nervioso el lugar. Todo estaba perfectamente ordenado, en uno de los muebles había una foto de las dos chicas Moon con dos personas mayores que intuía que eran sus padres. Probablemente si mirada se quedó pegada ahí más tiempo del que debería, en la foto Sun Hee lucía orgullosa un anillo, se preguntaba si era el anillo de matrimonio que le dió Se Hun en algún momento.

–Solo me quedaré un momento, prometo no molestarla Srta. Eun-Ha –Aclaró nuevamente, no sabía las reglas de estar a solas en un departamento con una joven, inmediatamente comenzó otra vez a sentirse bastante nervioso, así que procuró mejor mirar hacia otro lado. –¿Se encuentra usted sola ? –¿Era una pregunta rara? –En ese caso no debería estar acá –Se autoarrinconó en la puerta de entrada sin dejar de abrazar su propio maletín.

En sus años de Universidad nunca fue la persona popular que seguramente eran los chicos de Adore, era demasiado delgado y callado. Recordaba una que otra desilusión amorosa, en cierto punto dejo de hablarle a las mujeres porque siempre lo rechazaban, y aunque ya adulto había logrado recuperar algo de confianza, se sentía que comenzaba de cero. Bueno, la mujer que le había gustado lo estaba ignorando magistralmente. Era lógico que se sintiera así.

Miró hacia la puerta, y avanzó un poco, pero que le quitarán si maletín fue como si le quitarán el escudo de supervivencia. Caminó inseguro al sofá mientras veía su maletín lejos siendo colgado en un perchero mientras el estaba allí, vulnerable.

Volvió la vista hacia la joven y suspiró dándose por vencido mientras bajaba la cabeza desganado. –Si, té está bien,
me quedaré hasta que me lo acabe si no es mucha molestia –Miró nervioso hacia los costados, y encontró el control del televisor de la sala. –¿Molesta si lo enciendo? Un amigo iba a salir en las noticias, es un escritor popular, profesor en la misma Universidad –Encendió el televisor, sin querer apretó el botón de Netflix. –Oh lo siento... –La pantalla mostraba en "Continuar viendo" una serie de novelas coreanas. –¡Oh¡ –Señaló una en específico –¡Esa la ví hace tiempo! No sabía que estaba acá –De un momento a otro se sintió un poco más tranquilo. Quien sabe, poder mantener su mente ocupada en el intentar entender el control remoto de otra casa era una buena Terapia.

Finalmente dió con el canal de noticias. Oh Se hun comentaba en un perfecto alemán las inspiraciones para su nuevo libro y los proyectos de recopilar cuentos de los estudiantes a los que les daba clase. –¡El! ¡El es mi mejor amigo! –Tomó una foto a la televisión para enviársela al coreano.

Probablemente fue ese momento en el sofá dónde volvió a sentirse un poco más cómodo. El rostro de Sehun dando una entrevista también le generaba algo de tranquilidad, aunque la hermana menor de las Moon parecía más incómoda con la figura del maestro en la pantalla. Se rió un poco por el comentario, desconocía completamente lo que Oh Se Hun había hecho en esa familia pero parecía que nadie soportaba oír su nombre o ver su cara.

–Tu hermana tuvo una reacción casi similar que tú cuando me contó sobre él –Cerró sus ojos riendo un poco más –Bueno, quizás fue un poco más exagerada –Volvió a mirar a la pantalla, analizando la postura del escritor. Era difícil imaginar que pudo haber hecho aquel correcto hombre para llevarse a las espaldas a las hermanas Moon. Por qué referirse a él como "Nemesis" era algo bastante exagerado.

Se inclinó parcialmente para tomar la taza de té preparado. Antes de beber un poco de esta, sopló el aire caliente. El sabor era delicioso, la sorpresa en el rostro no se hizo esperar, este breve momento lo hizo sentir más cómodo que antes, era verdad. Ya no estaba más nervioso con Eun-Ha Moon. –Agradezco que mis experiencias con él no sean tan desagradables, he aprendido mucho gracias a su experiencia –Cerro los ojos para beber nuevamente. –Incluso me ayudó en experiencias incómodas –Recordó los momentos con el entrenador Haider. No quería.

Miró disimuladamente el reloj en la pared, y luego suspiró profundamente, dejando la taza sobre la mesa. –No creo que pueda ver a tu hermana el día de hoy, supongo que intentaré atraparla en la misma universidad –Ladeo la cabeza hacia un costado para mirar a la chica y sonrío ligeramente de forma sincera. –Pero me agradó pasar este tiempo con usted, Srta Moon – Palmeó su cabeza y luego se puso de pie tomando su taza. –Lavare esto y me retiraré. –