Durch Nacht und Flut [Priv. Charles]

por Invitado Vie Feb 26, 2016 11:12 am

Cuando el rugido de la ciudad comenzaba a aturdirlo, su reacción natural era huir a algún lugar pacífico. Uno donde pudiera estar alejado del barullo de la civilización. Aún después de dos años en la academia, no terminaba de acercarse, siquiera, a un estado de indiferencia ante el ensordecedor ruido y estrés que debía experimentar a diario. ¿Cómo era que la gente soportaba vivir ante tales circunstancias? Quizás era él el débil que no estaba acostumbrado más que a su tranquilo pueblecillo.

Tampoco era como que no soportara realizar sus actividades, e incluso realizar otras actividades, pero a veces necesitaba escapar a su tan preciada naturaleza. En muchas ocasiones huía al bosque más cercano, a algún invernadero o a la playa. Ésta última era su refugio menos frecuente, pero no porque no le gustara, ¡oh, no! En realidad, disfrutaba tanto con estar en aquel lugar que esperaba ansioso un pequeño descanso de la actividad que el antiguo jardinero(?) le había encomendado.

Por fin, tras algunos meses de arduo trabajo, lo había conseguido: Un pequeño y merecido momento de relajación para ir al malecón.

Cuando llegó, todo parecía estarse vaciando, y así era mejor. Quizás era porque ya era tarde y el sol estaba ocultándose. Por lo general, la gente acudía a la playa para asolearse y adquirir un color ridículamente rojizo. Eso no le interesaba a él, además, aunque ese fuera el caso, no tenía el tiempo para ir por la mañana, pues las clases y los jardines robaban todo su tiempo.

Suspiró mientras tumbaba su cuerpo en la arena. Vestía la ropa normal, pues no tenía pensado ir a nadar, sólo a volverse el mueble humano que era siempre. Miró el horizonte: podía admirar el faro a lo lejos. Era impresionante que tuvieran tales maravillas y nadie jamás se tomara la molestia de admirarlas.

por **Charles Watson** Vie Feb 26, 2016 5:26 pm

A diferencia de la rutina de cualquier persona, la suya era por su parte, una bastante organizada. Para mantener un excelente equilibrio entre las disciplinas educacionales y las disciplinas físicas, por lo general prefería salir a correr cuando el sol comenzaba a ocultarse.

Eran aproximadamente 45 minutos de tramo, por lo que, mientras trotaba, observaba fijamente su reloj a ver si el tiempo en que iba de una esquina a la otra esquina iba disminuyendo con el pasar del tiempo, esto de alguna forma significaría que estaría adquiriendo resistencia, con algo de suerte podría convertirse en un deportista de alto rendimiento.

Algo en particular llamó su atención cuando iba por su sexta vuelta (?) y fue que en medio de la arena se encontraba un chico tumbado. Lo primero que pensó fue; “Está muerto”, pero su ropa no arrojaba detalles de que se hubiera ahogado en el mar, aunque quizás llevaba allí varias horas y ya se había secado.

Suspiró de mala gana, fuera lo que fuese no era su problema, por lo que continuó trotando, sin embargo mientras lo hacía, no podía dejar de pensar en el “Por qué” situación que le hacía detenerse conforme daba cada uno de sus pasos. - ¡Maldición! - Exclamó, dándose media vuelta en dirección al bulto humano que estaba reposando allí.

Se inclinó apoyando sus brazos en sus piernas. -¡Hey! ¿Estás bien? – Ladeó un poco la cabeza agitando una de sus manos frente al rostro del muchacho.

por Invitado Dom Feb 28, 2016 2:12 am

El lugar estaba casi en la oscuridad, sin embargo, había aún un destello restante de Sol con el cual se dibujaba un frágil hilo que irradiaba en el horizonte. Aquella escena se extendía a lo largo del mar, como si se tratará de un dosel que envolvía todo el lugar. En agua, pequeños brillos se fundían con el azul marino, y a lo lejos, el faro resplandecía anunciando su presencia, como un gigante imponiéndose ante el mundo.

Sonrió emocionado, imaginando la cantidad de fábulas, mitos y leyendas que se habían generado co el paso de los años al ver esa escena. Le gustaría poder escuchar, por lo menos, algunos de alguien que conociera más al respecto.

Suspiró ante la situación. Quería descansar y pensar un poco sin tener que escuchar más que el rugir de las olas del mar al romper ante la costa. Dejó caer por completo su cuerpo en la, aún, cálida arena. Extendió sus extremidades, mientras el aire, suave amigo, acariciaba su piel.

Permaneció allí durante algunos minutos, o eso creía él, no sabía realmente cuanto tiempo había pasado, pero algo rompió con su meditabundo estado. Una mano se paseaba frente a él. Sin poder evitarlo, pegó un brinco y miró al otro con la boca abierta.

-¿Qué? -Lo miró algo agitado. -Perdona, sí, estoy bien. -Tragó saliva, respirando pesadamente. Lo había tomado por sorpresa y no sabía cómo reaccionar, ni siquiera logró mover su cuerpo, o de lo contrario, chocaría con el otro.

por **Charles Watson** Dom Feb 28, 2016 9:32 pm

Aunque realmente esperaba llamar la atención de esa persona que descansaba sobre la arena, jamás imagino que le ocasionaría un pequeño sobresalto al hacerlo. Apenas observó aquellos ojos, retiro su mano, entrecerrando los propios, manteniéndose serio, sin embargo no distante con aquella persona.

-Disculpa…Creí que estabas muerto o algo así – Apoyó aquella mano originaría de la conversación en una de sus rodillas, y luego cerrando sus ojos, estiro su cuerpo hasta ponerse de pie -No es normal ver a las personas tiradas en la playa así, al menos no con ropa - Acomodó con su mano derecha sus gruesos anteojos negros, para luego observar cómo los últimos destellos del sol tocaban casi en una efímera despedida, el firmamento.

Quizás no le correspondía, estaba seguro que no, pero se sentía ligeramente preocupado por esta persona, y eso lo mantuvo ahí parado a su lado sin siquiera moverse, aunque su reloj seguía marcando sus “tic-tac”, sabía que la rutina había cambiado, después de todo, ahora estaba detenido.

-¿Vienes a menudo? No te había venido antes…y trotar en la playa es parte de mi rutina diaria – Evitó mirarlo, ¿Por qué? Ni el mismo lo sabía, pero sintió la necesidad de acomodar su cabello hacia atrás, despejando un poco su propia frente. –Si te hubiera visto antes probablemente te reconocería.. -

por Invitado Lun Feb 29, 2016 11:01 am

No pudo evitar sonreír un poco ante el comentario del otro. Era una idea simpática, bastante graciosa en realidad. No sabía cuando había sido la última vez que presenciaba cómo una persona se preocupaba por alguien más que ni siquiera conociera, sentía que la gente se había vuelto bastante indolente y fría. La simple idea de que aquel chico se hubiera detenido sólo a ver si estaba bien un desconocido le llenó de una sensación cálida que recorría su cuerpo lentamente. Quizás sólo era una exageración, un reflejo de la huella que la soledad le había generado, pero de igual manera, no era una sensación desagradable. Muy por el contrario, le parecía que se trataba de un sujeto que valía la pena conocer.

-No, gracias, me encuentro bien. -Cuando el otro se enderezó, se puso de pie. No le parecía correcto permanecer en el mismo lugar mientras el chico de gafas se había desviado para asistirlo. -Sólo vine a admirar la puesta del sol. -Explicar que tenía una fuerte debilidad por los lugares donde podía encontrarse con la naturaleza, podía llegar a ser raro para una primera impresión.

Cuando se percató de que el otro miraba hacia el horizonte, sintió la imperiosa necesidad de imitarle, y así hizo: Aquella inmensidad de tonos púrpuras iba desapareciendo poco a poco, hasta que sólo se distinguieron pequeños destellos ante ellos y a lo lejos, cual visillo, la luna era la única iluminación en la cercanía. Miró al otro ser iluminado por la luz. Hasta ahora no se había percatado de su rostro. Lucía joven, seguro pertenecía al instituto, pero le conocía en realidad. Analizó un momento sus facciones, tratando de hallar algún indicio de él en sus memorias.

-No tengo mucho tiempo libre. -Negó un par de veces con la cabeza mientras introducía sus manos en los bolsillos de su chaqueta. -No creo que nos hayamos visto antes. -Por mucho que trataba de hacerse de algún recuerdo, por más mínimo que fuera, no existía. Ya estaba. O bien no pertenecían al mismo instituto, o simplemente nunca lo había topado.

A decir verdad, eso último le pasaba muy a menudo en esos días. Conocía a un par de maestros y a uno que otro compañero de su curso, pero no recordaba a mucha gente y la gente no lo recordaba a él, después de todo, la forma en que se había ido de la escuela habría podido hacerlo pasar por un ninja, pues un día, sólo desapareció, y así como se fue, volvió, pero adaptarse había sido más complicado por todo lo que había quedado atrás. Muchos amigos abandonaron la ciudad y muchos otros se molestaron tanto con él, que aún sostenían su ley del hielo.

-Lamento haberte hecho interrumpir tu rutina. -De igual manera, siempre era un buen momento para conocer gente como aquel joven. Lucía interesante, sus movimientos e intenciones. Sin duda alguna, no era alguien superficial y egoísta. -Soy Harek. -Le estiró la mano, intentando presentarse formalmente. -Estoy en Wertvolle, ¿y tú?

por **Charles Watson** Miér Mar 02, 2016 5:02 am

En su lucha constante de mantener la calma, el mismo se estaba mostrando un poco nervioso, había algo de ese muchacho que le hacía pensar demasiado sus palabras antes de decirlas, probablemente las ganas impetuosas de darle una excelente impresión de su persona, ¿con que motivo? Eso si era un tema desconocido.

La mirada constante que sentía de parte del chico de la playa lo estaba cohibiendo, por lo que en un momento, buscó desesperadamente escapar de ella, sin embargo sus ojos solo lo seguían, en lo largo y ancho de esos movimientos. ¿Era normal sentirse así?

-No te preocupes…-

Su rutina, había olvidado por completo aquella rutina, observó su reloj apenas la situación volvía a su cabeza, ya estaba, era un día perdido, tendría que trabajar el doble. Miró al muchacho presentarse, abriendo ligeramente los labios, entonces lo pensó ¿Rutina? Al diablo.

-Charles Watson, un placer conocerte - Correspondió el gesto de inmediato, Inglaterra, la mayor parte del tiempo, era un país muy cordial, su vida la había vivido en base a costumbres exageradamente cursis, pensar en ellas lo hacían sentir un poco en casa.

-Huh? ….- Le sorprendió aquel dato, en lo que retiraba su mano de aquel contacto, aunque permanecía el dulce calor ajeno – Si, estudio allí, pero soy relativamente nuevo, no conozco a muchas personas, lo lamento, no te he visto tampoco allá... ¿de qué grado eres? –

Ya lo había olvidado, todo lo que debía hacer, todo lo que planear, todo se había ido, inconscientemente por la borda al momento de conocerle.

por Invitado Miér Mar 02, 2016 5:51 am

-Es un placer, Charles. -Sonrió suavemente al escuchar el nombre del otro. Sin duda alguna tenía que ser de algún país angloparlante. ¡Vamos! El nombre lo delataba. -Tampoco yo te he visto allá pero me ausenté algún tiempo. Soy de segundo grado. -Al soltarle, como si fuera parte importante del recordar, llevó un par de dedos hasta sus labios, pero no podía traer consigo algún recuerdo del otro. -Podemos vernos más seguido ahora que nos conocemos.

El otro se miraba un tanto tenso, y aunque no entendía el porqué, en algún punto, su cuerpo había reaccionado de igual manera. Probablemente cuando ambas manos se estrecharon. Sentir el contacto de ambas pieles, aunque él lo había sugerido, no esperaba que fuera tan penetrante. Quizás era el hecho de que tenía mucho tiempo sin encontrarse con alguien y tener cualquier tipo de roce. No. No era verdad. Había conocido a aquella chica en el colegio. Tragó saliva. ¿Sería acaso sugestión?

-¿Quieres sentarte a charlar un rato? -De pronto, al decirlo, su cuerpo tembló, pero claro, jamás, en toda su vida, había invitado a alguien a hacer algo con él. Ése era el lugar en donde volcaba sus más profundos pensamientos, donde la comodidad y la comodidad reinaban alrededor de él, dejando que la calma volviera a su mente. No sabía porqué lo había hecho, pero se sentía terriblemente ansioso al respecto. -Podemos hablar sin interrupciones aquí, jamás viene nadie a esta hora. -Lo que acababa de decir había sido terrible, podía interpretarse de cualquier manera distinta a la que trataba de exponer. No pudo evitarlo y desvió el rostro, no siendo capaz de mirar al otro directamente tras ese comentario. -O podemos hablar en otro lugar.

Ni siquiera sabía si el otro quería hablar con él. Una plática forzada era lo peor que podía haber. Rogó al cielo que simplemente aceptara y se sentaran a hablar de algo que borrara cada uno de sus errores.

por **Charles Watson** Miér Mar 02, 2016 6:44 am

“podemos vernos más seguido ahora que nos conocemos” ¿Qué había sido eso? Sintió perfectamente como sus pupilas se dilataban, y con el fin de evitar que fuera visible, acomodó sus anteojos con su mano una vez que las manos de ambos dejaron ese cordial, breve, y agradable toque.

Asintió con su cabeza ante tal clara invitación, observando el ambiente mientras escuchaba las palabras de Harek ¿De dónde venía ese nombre? ¿Era correcto preguntarle? No quería desenterrar cosas pasadas, pero incluso las ganas de preguntar porque se había ausentado, se manifestaba en sus labios, quienes se mantenían apretados evitando soltar palabras inútiles.

-Este lugar está bien…- Murmuró, le costó un poco darse cuenta que evitaban su mirada ¿Acaso se había dado cuenta de que andaba con conductas medias dudosas? Estaba seguro que no había dicho o hecho nada extraño.

Se sentó cerrando los ojos, y luego pegó nuevamente su mirada en él, quizás quería desafiarlo, o castigarle. “Mírame…” pensaba con insistencia, y quizás, esa insistencia se reflejaba en el ceño fruncido entre sus ojos, que después de un suspiro profundo, desapareció por completo. - ¿De dónde eres? ….Tu nombre….Es un tanto llamativo - ¿Esa era la palabra? No estaba seguro, probablemente hubiera encontrado una mejor.

por Invitado Miér Mar 02, 2016 7:10 am

Agradeció porque el otro no hiciera énfasis en lo que había sucedido. Sólo quería que todo quedara en el pasado. Aún lo evadía visualmente, sin embargo, cuando se sentó, sintió la imperiosa necesidad de mirarle. Era como una pesada fuerza que lo atraía, pero desconocía el porqué. Acomodó su cuerpo justo al lado del otro quedando una mínima distancia entre ellos. No quiso acomodarse, a pesar de que sentía el calor emanando del chico de gafas, pues no quería que pensara que estaba teniendo ideas extrañas.

Giró su rostro directamente para encontrarse al otro a poco menos de un metro de distancia. Esta vez, no pudo evitar notar algunos detalles de él, pero, ¿qué podía hacer? La luna se reflejaba directamente sobre él, aunque quisiera no podría ignorarlo. Entreabrió los labios mientras lo miraba y pasó saliva, sentía que su cuerpo temblaba ligeramente, pero era extraño, era la primera vez que veía a aquel joven, ¿por qué alterarse tanto?

-Harek. -Dijo su nombre antes de lanzar una risita nerviosa. -Es de origen escandinavo. Nací en Rusia y me crié en Alemania. -Se giró un poco para quedar ligeramente más en dirección al peliverde(?). Quería tener la oportunidad de mirarle un poco y reconocer su rostro. Tenía ese no sé qué qué, que a primera vista había hecho que se estremeciera, algo tenía, pero necesitaba mirarle más de cerca. -¿Tú eres inglés, americano?

Respiró profundamente. Necesitaba calmarse un poco más, no era posible que alguien que apenas conocía le alterara con tanta vehemencia. Miró las gafas del otro, se veía claramente reflejado en ellas. Era muy posible que le mirara, y aunque no se trataba de una mirada inquisitiva, sentía cómo el peso recaía en él.

-¿De qué grado eres? -Sonrió removiendo algunos mechones de su frente. -Yo tampoco conozco a mucha gente en ese lugar, pero ahora te conozco a ti y eso es muy grato. -Dobló una pierna, apoyando sobre esta su brazo y echando todo el peso de su cuerpo sobre él. -Lo siento, no soy bueno en primeras charlas. -Se excusó bajando por un instante la mirada, sólo para volver a mirarlo con más fuerza. Guardó silencio por unos minutos, dejando que el viento, cual entrometido invitado, meciera su cabello.

por **Charles Watson** Vie Mar 04, 2016 9:30 pm

El ambiente estaba perfecto, el cielo nocturno totalmente despejado, y el sonido de las olas entregaba una sensación de tranquilidad que antes no había tenido la fortuna de mirar. Quizás era alguien demasiado cuadrado, y relajarse un poco no le haría mal, eso imaginaba, pero había muy pocos momentos en su rutina que le daban la oportunidad de cuestionárselo.

Observó fijamente al joven, mientras desentrañaba un poco el origen de ese nombre, que al menos, en su país de origen, no era algo que escuchara a la vuelta de la esquina. –¿Desde cuando vives acá en Alemania? –Sin querer iba introduciéndose más en la historia de vida, claro que, al percatarse de su insolencia, solo observo a su otro costado, acomodándose, en una especie de tic, su cabello. - Yo soy de Inglaterra, específicamente en Bakewell….Es –Su vista volvió hacía Harek, mientras dibujaba una ligera sonrisa en sus labios –Es una ciudad bastante tranquila y tradicional – Extrañaba Inglaterra, eso era algo que no podía ocultar por más que quisiera, pero, al mismo tiempo entendía que ahora una nueva historia se escribía en Alemania.

Entrecerró sus ojos y observó nuevamente el mar romper en la orilla, todo estaba en tanta calma que, perfectamente podía cerrar los ojos y quedarse completamente dormido. Lo comprendía, ahora entendía a Harek. – Soy de tercer año… ¿Qué hay de ti? -

Harek, de vez en cuando, sin querer quizás, decía ciertas frases que lo descolocaban, probablemente era solo sugestión propia, pero, aquello lo hacía sonreír sin poder evitar, seguramente porque se sentía de cierta forma, feliz. –Pronto conocerás más personas allá, algunos tienen una energía que te arrastrara tal cual fuera un imán …- Guardó el silencio, pensaba que si simplemente se ponía a hablar sin parar podría abrumarlo, pero al observar a Harek sintió una ligera incomodidad de su parte, ¿era su culpa? No lo sabía, sus palabras no le daban ningún indicio de nada.

–No, yo tampoco soy un buen comunicador…- Desvió ligeramente el rostro, tal cual lo había hecho antes, y aunque sus mejillas se sonrojaron ligeramente, se atrevió a palmear de forma gentil, la cabeza ajena, enredando por breves momentos, sus dedos en aquel suave cabello. –No estés tenso…- No era nadie para decir eso.

por Invitado Vie Mar 04, 2016 10:54 pm

-Desde que era muy pequeño. Casi no tengo recuerdos de Rusia, a decir verdad. - Devolvió con suavidad aquel gentil gesto. Sin saber el porqué, cada vez que el inglés tocaba sus verdes cabellos, sentía como, casi instantáneamente, una sensación de calidez recorría su cuerpo. -¿Y tú?- No podía mentir que aquel joven frente a él era bastante agradable a la vista, pero recién le conocía. ¿Estaría, acaso, siendo muy osado al permitirse sentir esas cosas? -Me imagino que es un lugar bastante agradable, pero no conozco.

Miró al otro cuando entrecerró los ojos. Parecía estar disfrutando del momento, ¿y cómo no? El sonido de las olas parecía lejano, pero a la vez, era absoluto. El silbido del viento le acompañaba, llevando la brisa salina a humedecer el cabello de ambos. En un rápido movimiento de su mano, arrojó algunos mechones hacia atrás, no quería que se le adhirieran al rostro, pues no podría disfrutar de aquel maravilloso escenario en compañía de Charles. El momento era cómodo, relajante, no pudo evitarlo y, colocando lentamente sus brazos tras su nuca, arqueó su espalda para estirarla, echando hacia atrás su cabeza. Involuntariamente, de sus labios entreabiertos, un suspiro escapó.

-Lo siento. -Se excusó, pues le habían enseñado que estirarse en público era de mala educación. -Es sólo que de verdad lo necesitaba. -Volvió a mirarlo con una pequeña sonrisa agradable. -Yo soy de segundo grado. Supongo que debo pedirte que cuides de mí como mi superior. -Había observado, en su corta estancia en el instituto, que algunos compañeros, al conocer a alguna persona de años más arriba, pedían que les trataran bien, sólo como una cortesía, se imaginaba. -Así que cuida de mí, por favor.

Guardó silencio mientras el otro explicaba sobre la gente de aquel lugar. ¿Cual imanes? Aún no estaba seguro de qué trataba de decir con aquel comentario, pero estaba seguro de que, fuera cual fuera la referencia, ahora había una persona que no quería perder de vista durante su estadía en aquel lugar. Aunque agitado, se sentía seguro al lado del otro, y eso era algo que no estaba dispuesto a perder. Agachó un poco la mirada, observando el curioso tono que adquiría por la noche, una especie de negro absoluto que podría jurar que era vacío.

-¿Huh? -Aquel contacto lo tomó por sorpresa, no pudo articular palabra alguna de inmediato. Sus mejillas, aunque no era notorio dada la insuficiente iluminación del lugar, adquirieron un tono rosado. No sabía que podía reaccionar así a algunas situaciones, pero, bueno, las reacciones no eran realmente voluntarias, y con tal desobediencia, su mano subió un poco, como si tratara de atrapar la mano ajena, pero en algún punto, su mente recobró el control y se detuvo, removiendo un mechón para disimular lo que había estado a punto de hacer. -Tienes razón, no debo estar tenso. -mordió suavemente su labio, podría haber sido casi imperceptible, esperando que el otro no se diera cuenta de que era incapaz de mirarlo.

por **Charles Watson** Miér Mar 23, 2016 11:40 am

Negó con la cabeza, pensó que disculparse por estirar su cuerpo era algo innecesario, aun así procuraba mantener su rostro sereno, después de todo, casi todo el tiempo tenía una expresión un tanto severa la cual podría confundirse con un estado de desagradado o algo por el estilo.

Se percató que el peli plateado no había comprendido su referencia, suspiró profundamente al darse cuenta que no se había explicado bien, aunque, antes jamás había tenido que hacerlo, simplemente dejaba que sus ideas siguieran el curso natural de sus pensamientos, eso era lo más normal después de todo - A lo que me refiero es que…- observó brevemente, y luego desvió la vista quizás por mera manía – Algunas personas son, no lo sé, bastante sociables, y sin darte cuenta ya estás envuelto con ellos, es algo agradable…–

Apoyó sus brazos hacia atrás, podía sentir la áspera arena entre sus dedos, el problema era que más allá de hacer esto no sabía cómo seguir la conversación, ¿Qué decir? ¿Qué podía decir para evitar seguir en ese horrendo silencio? Por más que lo pensaba más difícil se le hacía.

Probablemente si fuera una persona más como su amigo Jared, las cosas no resultarían de esta manera, después de todo, él siempre tenía algo que decir, por más descabellado que esto sonara, pero, el mismo, por más que intentaba presionarse no podía seguir el hilo de esta conversación, si es que había un hilo, ¿Quizás era porque ambos eran muy callados? Definitivamente necesitaba con insistencia una buena taza de té para controlar la inminente ansiedad que le provocaba la situación.

–Oh god …– Cerró los ojos y llevó sus dedos índice y pulgar hacía las sienes de su cabeza frunciendo ligeramente el ceño, lo había hecho sin pensar, pero ya estaba, al menos su expresión aleatoria había roto un poco el silencio envolvente que ocasionaba el vivido sonido del mar – Lo siento…– Se avergonzó de inmediato cuando se dio cuenta de su pública queja –….Solo recordé algo –

por Invitado Sáb Mar 26, 2016 12:01 am

Sin poder evitarlo, de sus labios emanó una carcajada que intentó ahogar. Comprendía de lo que hablaba, sin embargo, se refería a que aún no tenía el placer de conocer gente que fuera de esa manera. Había encontrado a alguien así, pero no le era grato hablar de ello pues, al final, todo había resultado tan mal que era como si esa persona no existiera en su vida. Intentó cesar la risa, por lo menos, no hacerlo más estruendoso todo. Cubrió su rostro con el dorso de su mano y miró al otro.

-No, no quise decir eso. -Aún mantenía un gesto grácil en el rostro. -Me refiero a que simplemente no conozco a una persona así aún.

Miró al otro actuar. Estaba recostado en la arena, lucía tenso. Comprendía el porqué, el silencio también lo agobiaba. Quería poder dar un paso hacia la confianza, hablar con él despreocupadamente como lo hacía con Fleur, pero no sabía el cómo. Tampoco entendía el porqué con Charles, sin embargo, tenía la necesidad. Si quería hacerlo, necesitaba ser honesto con el inglés.

-Lamento no ser muy comunicativo. -Volvió a excusarse. -No estoy acostumbrado a tratar con la gente, no desde que todo el conflicto explotó. -Lo miró un poco más calmado, aunque serio, tratando de que no se formara un nudo en su garganta. Rió con suavidad. Era una tontería que el pasado lo atormentara tanto. Lo miró y se encogió de brazos. -¿Cómo fue que llegaste acá?

Giró su cuerpo por completo para mirarlo. Quería lograr entablar una conversación con él, conocerle mejor. Pondría todo su empeño en ello. No podía simplemente quedarse en la zona de confort, no a estas alturas del partido y no con alguien que- ¿por qué negarlo?- le parecía interesante. Era verdad que dejar el pasado atrás le costaba trabajo, pero valía la pena intentarlo. No quería que su timidez consumiera cada oportunidad que tenía en la vida.

-Está enfriando mucho y, aunque es hermoso todo, no quisiera que enfermaras por estar aquí conmigo. -Recordaba que había estado entrenando y, probablemente, su cuerpo aún permanecía cáliente. Sin duda alguna atraparía un resfriado. -¿Quisieras ir a otro lugar?

por **Charles Watson** Dom Abr 24, 2016 6:41 am

Le pareció curioso oírle reír, después de todo, el muchacho parecía alguien bastante callado, quizás mucho más de lo que había imaginado. Probablemente la situación era bastante complicada cuando el también lo era, después de todo, la conversación se veía bastante limitada por este asunto.

Al escuchar su disculpa solo pudo asentir, aunque lo consideraba, también tenía algo de culpa en ello, es decir, después de todo, el tampoco era la persona más comunicativa sobre la tierra, al contrario, era alguien bastante reservado.

– El director Wertvolle Preise le envió una carta a mi familia para ingresar al instituto, básicamente eso es en resumidas cuentas – hizo una pausa – para ser sincero, no tengo la historia más impresionante – volvió a mantener el silencio, mientras acariciaba su propio cuello intentando, nuevamente de forma desesperada, el disimular su incapacidad de ser alguien interesante, sin embargo, este pequeño tic disminuyó cuando volvió a oír, nuevamente, aquella voz.

Apenas lo había notado. Si, comenzaba a hacer frio, y efectivamente, estaba tan concentrado en su entrenamiento antes, que nunca había tenido la oportunidad de probar directamente el frio de Alemania. –Tienes razón– Se puso de pie de inmediato, quizás lo había interpretado mal, pero podía jurar que era una especie de indirecta para decir “¿Cuándo me dejas en paz?” y no pudo evitar cuestionarse ¿Realmente había sido una persona molestosa? La sola idea de compararse con aquellos tipos de la calle lo hizo palidecer.

–Lamento el inconveniente, si gustas puedo retirarme – Observó el resto del tramo de la playa, quizás lo mejor sería terminar la rutina e irse a casa, aunque sin querer, al pensar esto, seguía inconscientemente observando el rostro ajeno.

por Invitado Vie Abr 29, 2016 12:49 pm

Cuando el inglés se paró, no estuvo seguro de qué hacer: si se ponía de pie, no podría admirar al otro desde el ángulo en el que estaba, podía ver su silueta a contraluz, cada uno de sus mechones siendo agitados por el viento; si no, perdería la oportunidad de detenerlo y seguir disfrutando de su compañía. Ni hablar, quizás si lo corregía, podría seguir viendo su rostro siendo bañado por la luz de la luna.

-¿Inconveniente? - Sonrió inocentemente al escuchar el comentario de Watson. -Creo que me has malinterpretado, Charles. -Se puso de pie, quedando frente a frente con el otro. -Me refería a que si quisieras ir a otro lugar conmigo. -Hizo un énfasis particular en la última palabra mientras tocaba su pecho, señalándose a sí mismo. Al final, era lo que más le importaba: Pasar algún tiempo con el inglés.

El silenció reinó por su parte. Quería tomarse un momento para mirar directamente al otro, darse la oportunidad de conocer el rostro de aquella persona que le había acompañado durante los últimos minutos y que tan cómodo le había hecho sentir. Le pareció curioso el jamás haberse percatado de que los ojos de Charles eran de una tonalidad esmeralda, y es que durante todo ese tiempo, lo único con lo que se encontraba, era con el constante reflejo de la luna en los anteojos frente a él, impidiéndole notarlo.

No obstante, era consciente de que no podría mirarlo eternamente. La gente solía sentirse incómoda ante aquel inadecuado hábito de sobreanalizar lo que tenía a su alrededor, lo cual terminaba siendo contraproducente, por ello, desvió su rostro hacia el mar, antes de que algo malo pasara. Las olas ahora rugían con fiereza frente a ellos, como si reclamaran lo que por derecho divino les pertenecía. Miró cómo se elevaba la marea, arrojando lo que encontraba a su paso, y regresando sólo algunas cosas al agua. Una estrella de mar, a unos pasos de ellos, no fue elegida para volver, por lo que en un acto piadoso, se acercó a ella y la tomó entre sus manos. Pudo notar que aún hacía lentos y agonizantes movimientos, rogando por una segunda oportunidad.

-Alguna vez escuché una reflexión sobre ellas: -A pesar de no mirar al otro, sus palabras ibas completamente dirigidas hacia él. - Un hombre encontró la costa repleta de estrellas durante la marea baja; tomaba una a una para arrojarlas de regreso al mar, pero eran demasiadas, por lo que otro hombre se acercó criticando su acción, diciendo que no cambiaría el mundo. El primer sujeto dijo: "Estoy seguro de que con eso no cambiaré al mundo... -De un movimiento grácil, lanzó al pequeño animal de vuelta al océano y se volvió hacia el inglés, esperando una respuesta a su pregunta previa. - Pero para ella, ya he cambiado su mundo".

por **Charles Watson** Lun Mayo 02, 2016 8:21 pm

Arqueó una de sus cejas al oírle y casi al mismo tiempo, sus labios se abrían ligeramente, probablemente su rostro realmente demostraba lo curioso que le sucedía aquel ofrecimiento. Se quedó observándole con atención, quizás en búsqueda de alguna otra palabra, pero en vista de que nuevamente el silencio se hacía presente, no tuvo más remedio que responder.

–¿Por qué? –Murmuró, incluso para el mismo era algo extraño, entendía el hecho, ambos habían tenido una buena comunicación durante la noche, pero la duda estaba allí intacta, el “¿Por qué?” se materializaba en su rostro –Apenas me conoces – se cruzó de brazos ladeando hacia un costado su cabeza, mientras recibía con intensidad aquella mirada ajena, a la cual no se doblegaba y respondía con una similar.

Evidentemente terminaría quitando la mirada antes, al oír como las olas comenzaban a manifestarse de manera más fuerte.

Voló bajo, pensó una serie de cosas en un instante, instante en el que nuevamente se escuchaba con fuerza el silencio, ¿Siempre sería así con él? Quizás tenían ambos personalidades demasiado lineales. Si se decidía a ir con él ¿Ocurriría lo mismo?.

–¿Ah? – Escuchó la voz romper los pensamientos, desviando la vista hacia el peli plateado, prestó principal atención hacía su breve historia, y mientras fruncía ligeramente el ceño intentando comprender el que tenía que ver eso con lo que ocurría ahora, prefirió mantener el silencio y asentir por cortesía. Probablemente estaba algo distraído, quizás si hubiera prestado atención desde el principio hubiera podido entender el porqué de esa reflexión.

por Invitado Vie Nov 18, 2016 8:24 am

Aquella pregunta acribilló la paz que se había generado en él. Era verdad, apenas se conocían, ¿qué era aquello que, de forma tan imperiosa, le pedía a gritos que no se alejará del inglés? Miró hacia el horizonte, dejando que sus pensamientos fluyeran en un suspiro fugaz. A pesar de que era una pregunta que comprometía la calma dentro de su persona, no era difícil de responder, en realidad. Habían vivido un momento, lo habían compartido. Habían hecho cosas fuera de lo común, y podía jurar que, al mirarlo, ya sabía que se trataba de alguien "a quién conocer". Sonrió a los pocos segundos, pues a pesar de haber parecido la eternidad en su mente, realmente no había corrido el tiempo como creía.

-Pero podríamos hacerlo, ¿no? - ¿Acaso había sonado atrevido? Volvió a sonreír un poco más tímido, cubriendo sus labios con el dorso de la mano, intentando enmendar las cosas y no parecer un loco. - Las personas que he conocido no se toman ni un minuto en ver a su alrededor, viven ensimismados en sus pequeños universos; tú no. -Lo miró, suavizando el, ahora, cálido gesto que ya le ofrecia al otro. -Eres la clase de persona que me gustaría poder conocer, ahondar un poco en una conversación.

No estaba seguro de si había actuado de la mejor manera. A veces podía ser muy impulsivo al tratar con gente que merecía la pena. Y aunque esperaba una respuesta aprobatoria, el viento, violento, le apresuraba para querer retirarse del lugar. Haría un esfuerzo: podría ganar un amigo, uno que realmente le agradaba y con quien no sentía la obligación de soportar pasar tiempo, sino que realmente le gustaba estar con él. Si bien era un arma de dos filos, la razón de su silencio era la nula necesidad de estar constantemente hablando para con el chico de gafas. Claro, eran humanos y era necesario para poder estrechar lazos. Y es que así era él: no buscaba aquellos romances que todos anhelaban, aunque no les negaba, si decidían visitarlo; no quería salir y embriagarse cada fin de semana, como muchos de sus compañeros hacían. Una charla le parecía más nutritiva y sublime.

-Así que... -hizo un esfuerzo bastante grande por no parecer desesperado mientras cerraba la cremallera de su chaqueta. -Iré por un café y me gustaría que tomaras uno conmigo.

por **Charles Watson** Dom Nov 20, 2016 4:00 pm

Lo admitía, había momentos en que no sabía como seguir al muchacho peliplateado, pero esos momentos se dividían en dos más, situaciones donde no tenía idea que era lo que pasaba por su cabeza, y situaciones donde su capacidad de ser tan directo le dejaba atonito.

Acomodó sus anteojos intentando disimular un poco la sorpresa que le causó esa propuesta ¿Era extraño? ¿no? Normalmente estas cosas no sucedían y podía sentirse algo nervioso por la invitación. ¿Había ocurrido algo así con los otros chicos que conocía? Estaba completamente seguro que incluso el ambiente era distinto, en este lugar, y estando específicamente con él todo se sentía algo …Diferente.

-Es bastante curioso que lo sugieras...-

Cerró sus ojos –Está bien…Vamos–acomodó sus cabellos y miró a los alrededores buscando con la mirada algún lugar cercano –¿Tienes algún sitio en mente? – Abrió un poco el cuello de su camisa para observar el interior de este, había estado trotando, tampoco quería oler mal o algo así en un sitio público. –Estoy algo sudado, pero dudo que el agua de mar me haga oler mejor –En realidad desconocía si su olor era algo molesto, pero de alguna forma estaba preocupado de serlo, especialmente para él, quizás si hubiera sabido que se encontraría con alguien, habría venido mejor vestido.

por Invitado Lun Nov 21, 2016 3:21 am

A pesar de que trataba de mantener la calma ante lo que acababa de decir, dentro de él, existía un conjunto de emociones tan violentas y agitadas como el mar a su espaldas, aquél que los había hecho coincidir. Habían pasado años desde la última ocasión en que había establecido contacto social por voluntad propia. Ahora no estaba seguro de qué cuál era el paso siguiente: Si bien, el otro aceptaba, ¿adónde debía llevarlo? ¿Acaso los lugares que él frecuentaba podrían ser del total agrado del inglés? Quizás, siendo deportista, no era tolerante a la cafeína y una gran carga de cafeína podría ocasionarle insomnio, o incluso gastritis. Por otra parte, cabía la posibilidad de que no aceptara su invitación. En ese caso, tendría que volver a casa y, probablemente, no querría volver a toparse a ese chico.

Si bien sus pensamientos lo mantenían un poco perdido, a pesar de que trataba de mantener contacto visual, las primeras palabras del otro lo hicieron volver en sí. ¿Qué era todo eso? Parpadeó lentamente, intentando de que Charles no lo notara, pues no quería que se hiciera alguna idea equivocada sobre sus intenciones. Inhaló bastante aire, tratando de dejar todas esa ideas partir. Volvió la vista al inglés y suspiró, dejando que las preocupaciones se desvanecieran. No quería que una oportunidad tan significativa para él se viera cegada por un reflejo tan absurdo de su parte. Sonrió gentilmente, incluso antes de conocer la respuesta de su acompañante: Siempre existiría una solución.

-La verdad es que no. -Dejó escapar una pequeña risa inocente cuando el otro hizo alusión a su olor corporal. ¿Es que acaso no podían ser más sencillas las relaciones humanas y simplemente actuar? -Vivo a algunas calles de aquí: Si te parece bien, puedes usar mi ducha para refrescarte, aunque a mí no me parece que lo necesites. -Quizás había actuado de más. Pasó saliva pensando en cómo podía arreglar un poco las cosas y que no sonaran tan atrevidas, pues no era ése su propósito. -Debajo hay una cafetería muy agradable y calmada, podríamos seguir la conversación ahí.

por **Charles Watson** Sáb Nov 26, 2016 4:55 am

Estaba venteando con su mano la camisa cuando Harek sugirió aquello, se quedó plasmado observándole un momento, fijamente, sin decir nada, mientras que el peliplateado ordenaba un poco sus ideas para expresarlas de una mejor manera. Sonrió, no sabía porque, pero lo hizo, quizás aquella forma de intentar arreglar algo que no debía ser arreglado le causó algo de ternura, y si, el en particular se sentía inseguro de su aspecto actual, pero tampoco quería incomodar al menor.

Negó con la cabeza, y avanzó hacia el mar, observando el oleaje acercarse tímidamente hacía sus pies, y tal cual un niño pequeño, tuvo la intención en un momento de meter los pies, pero la idea se detuvo en su cabeza, estaba con zapatillas.

-Quizás pueda aceptar un breve momento en la cafetería, pero quizás ir a tu departamento sea algo incómodo por el momento, especialmente para ti –Hizo una pausa, agachándose para tocar con la yema de sus dedos el agua, estaba helada. –Al parecer te hiciste un lio en la cabeza de solo pensarlo –Soltó una ligera risa, volviendo a su posición solo para voltearse y sacudir un poco sus dedos, algunas gotas cayeron en el menor en el acto. – Ah, lo siento mucho… –curvó las cejas y se encogió de hombros, ladeando posteriormente un poco la cabeza hacia un lado.

Avanzó un poco murmurando en broma –Eso cuenta como una purificación o algo – Y luego, volteándose brevemente, observó al muchacho una vez más –Entonces, ¿me llevarás al lugar al café? – Esperó una respuesta sin apartar nuevamente la mirada del menor.

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