En búsqueda de cosas necesarias(Libre)

Ya llevaba un buen tiempo en el instituto, y por lo mismo se le acababan sus víveres, ya que ella siempre se hacía tanto el almuerzo como la comida. Decidió ir al centro comercial, ya lo había visitado anteriormente y sabía que ahi encontraría de todo. Iva revisando su lista para ver que le faltaba comprar cuando de pronto alguién chocó con ella tirandole algunas cosas de su canasta. Escucho como esta persona se apresuraba a disculparse.

-Mondai arimasen- se le escapo decirlo en su lengua natal, sonrojada volvió a repetir-No hay problema- sonrio amigablemente mientras se disponía a recoger sus cosas.

Volteó a ver con quien había chocado, se trataba de una chica, creía haberla visto antes, era muy atenta con las personas que le rodeaban, por lo mismo recordaba bien los rostros.

-Hola, ¿tu vas en el instituto Wertvolle verdad?, yo igual soy alumna, Youmu Itazu, un placer- dijo mientras extendía su mano y continuaba sonriendole amigablemente.

Desde que llego a Alemania es la primer persona que ve que habla con sufijos de cortesía japones, le alegraba mucho eso, ella temía el ocuparlos ya que por lo mismo de que es muy tímida temia que le vieran de una forma extraña. Se notaba que aquella joven era una persona muy agradable y educada.

-mmm...vo...voy en primer grado- dijo con un poco de timidez. Respiro profundo para tranquilizarse, sonrio y asintio con la cabeza dijo.

-soy japonesa, por parte de mi madre- viejos recuerdos vinieron a su mente, sacudio su cabeza cerrando los ojos para sacar esos recuerdos y no ponerse triste.

Rio con un poco de pena, sonrojandose al mismo tiempo- si aveces olvido que aca no hablan japones y se me escapa hablar asi, por cierto lindo nombre Natalya-senpai-dijo para disimular su pena.

Noto las ancias de aquella joven de tener una charla, puede que sea por sus raíces japonesas y que esto le llame la atención a Natalya, fuera lo que fuera Yoh siempre estaba dispuesta a hacer nuevos amigos y el cntro comercial era un buen lugar para iniciar una amistad.

-Descuida solo me faltan dos o tres cosas por conseguir- dijo sonriendo amigablemente esperando que Natalya tuviera tiempo también para llevar tan siquiera una pequeña charla.

Resultaba que la muchacha era menor que mi persona, pero solamente por un año, la diferencia de edades no sería mucha.

-Amm, entonces debe ser solamente un año menor - le seguía hablando de forma amable, Youmu parecía un poco nerviosa o tímida, por ende trataba de no ser muy seria o parecer muy distante, pues no quería hacerla sentir mal u algo parecido. Me confirmó mi sospecha que era japonesa, y ¡por parte de madre! al igual que yo, aunque parece que ella al mencionar este tipo de cosas le ponía algo triste, así que solamente agregue un pequeño comentario.

-Yo igual tengo herencia Japonesa, y por parte de madre justamente - terminé por comentarle, imágenes de mi madre y sus últimos días se vinieron a mi mente, pero trataba que eso no me afectará tanto, menos aún delante de los demás, menos aún con la chica que ya parecía algo apenada.

-No se preocupe, yo igual hablo con formalidades propias de Japón, las raíces siempre se deben valorar, y gracias por lo del nombre, además no es necesario que me diga Sempai, aunque si se siente cómoda así no hay problema tampoco - le dedique una sonrisa amable, aunque había hablado mucho, sabía que a veces me pasaba, tenía que aprender tanto, más aún si recién conocía a alguien.

-¡Que bien!, bueno yo ando buscando algunos materiales para el instituto y comida para mi búho, si quiere le acompaño, es que andar por el centro comercial de compras sola a veces resulta un poco aburrido - dije un tanto emocionada, esperaba poder hacer alguna amiga, ya que en el instituto era poca la gente que conocía

Off: cambie de color al hablar, porque yo misma me confundo a veces tanto rosa xD

-uh!...tienes un buho,mmm...crees que me lo pudieras enseñar- sus ojos brillaron y en su rostro se le figuro una sonrisa como de entusiasmo, la cosa es que ella adora a los animales y las aves no son la exepción.

Rio un poco apenada, siempre reacciona muy alteradamente,-gomene- dijo sonriendo,-esque me emociona el saber que alguien en el instituto tenga una masscota, yo tengo una copañía similar...pero...- dijo deteniendose, no la fuera a tachar de loca, pues esa compañía era algo incorporeo, como una presencia, que solo se mostraba ante ciertas personas.

-Mondaide wanai...Natalya-san continuemos juntas las compras- concluyo sonriendo amigablemente, la pena había desaparecido por completo.

off: hahaha si asi esta mejor, costaba un poco de trabajo difirenciar. n.n

La forma en que la joven la miro, como de duda, hizo que se sonrojara, sonrio un poco nerviosa y se rasco la mejilla, después las palabras de Natalya-san la hicieron quedarse sorprendido como si no estuviera presente, a pesar de que se le notaba mucho la curiosidad, Natalya-san respeto su decición de no decirle de aquella compañía. Sonrio amigablemente.

-uhh?...-se quedo pensando en que le hacía falta, -ah cierto!!, solo me dirigía a aqeulla tienda de música, me faltan hojas para mis partituras-,

dijo sonriendole alegremente, aunqeu en su cabeza aun divagaba la idea si ella le habría parecido extraña a Natalya-san por su forma de actuar hace un rato.

De pronto cuando se dio de cuenta ya estaban en la tienda, se había quedado perdida en sus pensamientos acaso?, se sonrojo un poco volteo su cuerpo completo hacia Natalya-san y sonriendo le dijo.

-disculpa me perdi en mi mente, aaa si, en realidad se cantar y tocar varios instrumentos, al igual que me gusta componer, la música es mi segunda vida- dijo sonriendo muy alegremente.

Observo a la joven al parecer también quería coprar algo, y la tienda a la que se dirigía Natalya-san estaba cerca, que alegría sintio, una amiga mas, aunque ella no era de su grado, era muy amable y le había agradado mucho.

-Veo que te interesa la música- dijo sonriendo alegremente.

Se quedo maravillada viendo la variedad de instrumentos musicales que tenían al igual que todos aquellos artículos que ahi se encontraban, escucho lo emocionada que se notaba Natalya-san, despues la pregunta que lanzó, ¿Si se encontraba bien?...

-No, no no es nada- dijo agitando los brazos en negacion y sonriendo amigablemente,- solo... esque soy un poco distraída y aveces me pongo a divagar- solto una risita, pues se le hacia gracioso eso de ella.

-En cuanto al club de música, aún no he entrado, es más no se ni siquiera si habrá alguien más en ese club-.

Dijo poniendo cara de duda, la cual desaparecio inmediatamente ya que había visto una libreta de partituras que le encanto por la portada que tenía.

-Kawaii!!- exclamó mientras tomaba la libreta y la abrazaba como si fuera niña pequeña.

La respuesta de ella me había aliviado pero no del todo, aún así decidí no darle más vuelta para no incomodarla, solo la seguí escuchando y manteniendo mi sonrisa amigable, además respecto a mi pregunta del club de música dijo que aún no entraba, y tampoco sabía si habría alguien más, antes de poder responderle vi como se aferro a una libreta, se notaba que le había gustado.

-Oh!, esa libreta es preciosa, tiene buen gusto - comenté contenta, la chica era bastante alegre y eso era bueno, desde mi llegada me había encontrado con gente bastante enérgica y alegre, eso era algo bueno...muy bueno.

-¿Se llevará esa?, es muy linda - cuando le dije eso me sentí un poco observada, miré a dos chicas que hablaban entre ellas y nos miraban a nosotras de una no muy buena forma, era quizás un poco mayor, y cuando terminaron de hablar se nos acercaron, lo único que esperaba que no viniera a por la libreta o no se metiera con nosotras, me la estaba pasando bien, no quería que nada me arruinará el día ni a la chica que acaba de conocer ni a mí.

Se sonrojo un poco al darse cuenta de como actuo muuy infantil frente a Natalya-san, y más aun cuando le dijo que tenía buen gusto.

-Si!, esta me encanto!- dijo muy alegremente con cierto brillo en sus ojos.

Volteó su mirada hacia Natalya-san la cual se le notaba algo preocupada, -Natalya-san?... sucede algo?- pregunto con una cara de curiosidad, pero sin soltar aquella libreta, había sentido que alguien la observaba y de una forma muy pesada, sin embargo no quizó voltear a ver, ya que eso era algo común, alla siempre la miraban de esa forma por sus rasgos orientales.